TENDINITIS DEL BICIPITAL
CAUSAS COMUNES
La tendinitis bicipital (también denominada tendinitis del bíceps) es una inflamación del tendón de la cabeza larga del bíceps, que pasa por el canal bicipital del húmero (hueso de la parte superior del brazo). Debido a su localización, este tendón es propenso a irritarse y a inflamarse por el mismo mecanismo que causa el pinzamiento de hombro. Durante los movimientos realizados con los brazos por encima de la cabeza, el tendón del bíceps puede llegar a pinzarse o atraparse entre la cabeza del húmero y el acromion, provocando inflamación y dolor. Esta lesión es habitual en deportes que implican movimientos repetitivos de los brazos por encima de la cabeza o lanzamientos, como la natación, el surf, el béisbol, el softball, el waterpolo y el voleibol. Aun cuando la mayoría de los casos de tendinitis bicipital están relacionados con pinzamientos, en ocasiones el inicio de la inflamación está en relación con la sobrecarga inicial de un estrés repetido sobre el tendón secundario al lanzamiento por encima de la cabeza, en deportes de raqueta o por hacer curl de brazo con peso, utilizando una técnica inapropiada.
DIAGNÓSTICO
Por lo común los deportistas con tendinitis bicipital presentan un dolor progresivo en la parte anterior del hombro, que puede irradiarse hacia abajo por el músculo bíceps. Éstos se quedan de dolor con las actividades que implican movimientos de los brazos por encima de la cabeza y con lanzamientos; también pueden sufrir dolores por la noche. De igual modo, las actividades que estresan el tendón del bíceps son dolorosas, como al contraer el bíceps en los curls de brazo, al elevar objetos por delante del cuerpo con el brazo extendido, al girar el pomo de una puerta o utilizar un destornillador con la palma de la mano hacia arriba (en supinación). Debido a que la tendinitis bicipital sucede con mayor frecuencia asociada al pinzamiento de hombro, es común en los deportistas mayores de 40 años. Sin embargo los atletas más jóvenes que realizan movimientos repetidos, del tipo de los lanzamientos, también puede desarrollar tendinitis bicipital.
TRATAMIENTO
El tratamiento inicial incluye el reposo relativo y evitar las actividades o movimientos que desencadenen el dolor. Utilizar hielo y medicación antiinflamatoria (por ejemplo ibuprofeno) para reducir el dolor y la inflamación. Los ejercicios del rango de movimiento han de comenzar precozmente en el tratamiento, incrementando su intensidad a medida que se restablece el rango de movimiento normal libre de dolor. La fisioterapia puede considerarse para ayudar a reducir el dolor y la inflamación mediante la utilización de estimulación eléctrica, ultrasonido y otros métodos. En los casos persistentes, la inyección de esteroides (infiltración de cortisona) en el tendón del bíceps puede considerarse para eliminar el dolor y la inflamación persistentes.
Una vez que dichos síntomas disminuyen, se pueden comenzar a hacer ejercicios de fortalecimiento para restablecer la fuerza completa en el hombro, con especial atención a los músculos del manguito de los rotadores. Esto es especialmente importante en los atletas más jóvenes, que pueden tener pinzamiento o irritación del tendón bicipital secundarios a la inestabilidad subyacente.
Si el deportista continúa teniendo síntomas disfuncionales a pesar de las medidas conservadoras, deberá considerarse la cirugía. En el caso de los deportistas maduros, la cirugía puede implicar una tenodesis del bíceps, en la cual el tendón se fija por encima del húmero para aliviar el mecanismo patógeno de irritación. También se puede realizar una descompresión subacromial, en la cual el hueso artrítico y las excrecencias óseas se eliminan del acromion para evitar el pinzamiento del tejido blando. En los jóvenes puede requerirse una cirugía estabilizadora del hombro para prevenir el pinzamiento e irritación del tendón relacionado con la inestabilidad subyacente. Si la tendinitis bicipital se mantiene a lo largo del tiempo, la inflamación e irritación crónicas del tendón pueden causar su degeneración y su rotura.
VUELTA A LA ACCIÓN
En general, el deportista puede volver a su deporte gradualmente una vez que se haya eliminado por completo el dolor en el rango de movimiento y se haya recuperado la fuerza en los músculos que circundan el hombro afectado. El tiempo de regreso puede variar desde unas pocas semanas a unos meses, en función de la gravedad de los síntomas, la extensión de la lesión y el deporte de que se trate. Los vendajes funcionales o las sujeciones, por lo general, no son necesarios cuando se vuelve a jugar. Si los síntomas reinciden, el deportista debería dejar su deporte o la actividad que le cause dolor, por lo cual puede necesitar que se modifique su participación atlética para prevenir la recurrencia de los síntomas.