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Publicado por en Oct 9, 2020 en Medicina Deportiva | 0 comentarios

SÍNDROME DE DOLOR PATELOFEMORAL (SDPF O RODILLA DE CORREDOR)

El SDPF es tan común, si no más, que el síndrome del ITB. El hecho es que a menudo ambos coexisten y el proceso de diagnóstico para el ITB puede ser prácticamente el mismo. Incluso la similitud de las causas son sorprendentemente parecidas. El desgaste que afecta más al SDPF ya que se trata de la aproximación de dos articulaciones, causando fricción y daños a la larga si no se trata.

La pista que hará levantar una ceja al profesional al evaluar a un paciente llegará cuando éste mencione dolor lateral o anterior detrás de la rótula. El dolor anterior de rodilla se debe a dolor entre la superficie interior de la rótula y la base del fémur. SDPF significa síndrome de dolor patelofemoral (fémur): básicamente, sobrecarga de la rótula en su entrada en el fémur. Esto ocurre debido a una trayectoria pobre de la rótula dentro de la cavidad femoral. Cuando se tiene una mala trayectoria, el ITB sufre un tirón fuerte hacia el hueso a su paso sobre el lateral de la articulación de la rodilla, causando fricción.

Hay una prueba de diagnóstico sencilla que los profesionales pueden realizar, en la que liberan el tensor de la fascia lata (TFL, un flexor de cadera que se encuentra por debajo del bolsillo de las monedas de sus pantalones) aplicando presión y después un estiramiento en el músculo, ya que es la porción contráctil clave del ITB. Al liberar el TFL, es fácil evaluar al paciente para comprobar el rango de movimiento y también la reducción de dolor al andar o al realizar una prueba funcional. Una evaluación más efectiva consistiría en que el paciente se suba a una cinta tras vendar la rótula en su sitio con la cinta kinesiológica y comprobar si esto ayudar a correr con menos dolor. Al ajustar la trayectoria de la rótula, el paciente puede sentir una liberación casi instantánea.

No es raro que los corredores con SDPF pasen semanas vendados, de manera que puedan continuar corriendo mientras fortalecen los músculos de cara a ofrecer un soporte más natural a la rodilla.

AUTO EVALUACIÓN

Sentir dolor en la rodilla anterior, sobre todo por detrás de la rótula. Con las piernas estiradas por delante de la rótula relajada, trate de aplicar de una cantidad pequeña pero creciente de presión sobre la rótula, lo que resultará más doloroso en el lado lesionado.

También puede intentar contraer los cuádriceps (en el frontal de los muslos) con las piernas estiradas y relajadas, en busca de dolor en el lado afectado.

Por último, trate de realizar sentadillas a una pierna, cinco o seis veces sin parar para equilibrarse, y compruebe si el dolor incrementa en el lado lesionado.

PROTOCOLO DEL PROFESIONAL

De manera similar que con el tratamiento del síndrome de ITB, se busca prevenir el desvío de trayectoria de la rótula a través de entrenamiento de fuerza para los glúteos menor, medio y mayor. Asegúrese de incluir amarre de cadera y ejercicios de fortalecimiento del TFL avanzados, incluyendo oscilaciones de pierna para hacerlos más específicos para correr. Para completar el protocolo incluya también propiocepción de tobillo y fuerza de tronco.

Masaje de tejido blando en los cuádriceps, trabajando específicamente en los grupos musculares específicos que se mostraron rígidos durante la evaluación. No soy de la opinión de que el vasto medial oblicuo pueda entrenarse individualmente, pero eso no significa que el de cuádriceps del rango interior no deba incluirse en protocolo. Realizar sentadillas a una pierna aumentando la profundidad a lo largo de las semanas de rehabilitación, comenzando con un movimiento mínimo de una profundidad de apenas unos centímetros primero, trabajando gradualmente hasta conseguir un ángulo de 65 grados en pocas semanas. Controle el ejercicio primero y después desarrolle el rango de movimiento a la vez que logra una abducción y fuerza en el glúteo máximo.

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