SABIAS TODO ESTO DE LOS PROBIÓTICOS?

OTRAS DENOMINACIONES: bifidobacterias, lactobacilos, bacilos bífidos, bifidobacterium bifidum, bifidobacterium longum, flora intestinal, lactobacillus acidophilus, lactobacillus casei, Saccharomyces boulardii.

UNIDAD DE MEDIDA: la unidad de medida de los probióticos es el número de estos organismos vivos por cada cápsula o tableta en el momento de la manufacturación de la misma, siendo el mínimo aceptable de 100 millones por cápsula.

DESCRIPCIÓN

De acuerdo con la definición dada por el organismo competente de la Unión Europea (ILSI, International Life Science Institute, Bruselas 1998), los probióticos son “microorganismos vivos que, cuando son ingeridos en cantidades suficientes, tienen efectos beneficiosos sobre la salud, lo que va más allá de los efectos nutricionales convencionales”. Afectan beneficiosamente a una o varias funciones del organismo, proporcionan un mejor estado de salud y bienestar y/o reducen el riesgo de enfermedad; además, pueden ser funcionales para la población en general o para grupos particulares de la misma.

El término probiótico, que literalmente significa “a favor de la vida”, es una palabra usada para poner de manifiesto los efectos promotores de la salud que tienen las llamadas bacterias amigas o simbióticas. Existen al menos 400 especies de microflora en el tracto gastrointestinal humano, siendo las más importantes la lactobacillus acidophilus y la bifidobacterium bifidum.

Los alimentos fermentados con lactobacilos han sido –y todavía lo son- alimentos de gran importancia en la dieta de gran cantidad de personas en el mundo. Muchas culturas usan alguna forma de alimento fermentado en su dieta, como es el caso del yogur, el kéfir, el queso, el miso, el tempeh, el jocoque, etc. Las relaciones simbióticas entre la humanidad y los lactobacilos tienen una larga historia de importancia nutricional y beneficios terapéuticos para los seres humanos.

A finales del siglo XIX el notable científico ruso Elie Metchnikoff creía que el yogur era el elixir de la vida. Su teoría consistía en que las bacterias putrefactivas presentes en el intestino grueso producen toxinas que favorecen la enfermedad y acortan la duración de la vida. Metchnikoff creía que comiendo yogur podría conseguirse que los lactobacilos llegasen a ser una bacteria dominante en el colon, desplazando del mismo a las bacterias putrefactivas. Durante años estas alegaciones acerca de los efectos saludables de los alimentos fermentados fueron consideradas parte de un folclore poco científico. Sin embargo, un sustancial y creciente cuerpo de evidencias científicas ha demostrado que los lactobacilos y los alimentos fermentados juegan un significativo papel en la salud humana.

Los seres humanos no nacen con lactobacilos en su tracto gastrointestinal. La colonización con lactobacilos grampositivos comienza después del nacimiento, cuando se produce un dramático incremento en su concentración. El bifidobacterium bifidus es primero introducido hacia el intestino estéril del bebé a través del amamantamiento, después de lo cual gran número de ellos son observados en las heces. Más tarde otras bacterias (incluyendo a las benéficas L. casei, L. fermentum, L. salivares, L. brevis, etc.) se llegan a establecer en el intestino a través del contacto con el mundo.

Los lactobacilos presentes de forma amigable en el intestino humano son:

• L. acidophilus
• L. bifidus (bifidobacterium bifidus)
• L. brevis
• L. casei
• L. cellobiosus
• L. fermenti
• L. leichmannii
• L. plantarum
• L. salivaroes

Dosis diarias recomendadas de Probióticos
	ADULTOS (20-40 años)
NUTRICIÓN ÓPTIMA	1.000 – 4.000 millones
MEDICINA ORTOMOLECULAR	4.000 – 24.000 millones

FUNCIONES CORPORALES

• Regenerar la flora intestinal simbiótica (bacterias amigas presentes en el tracto digestivo).
• Disminuir el mal aliento y las flatulencias causadas por las putrefacciones intestinales.
• Ayudar a eliminar los microorganismos patógenos y sus toxinas del tracto digestivo.
• Controlar la proliferación en el organismo humano de hongos parásitos (cándida albicans).
• Inhibir el crecimiento de bacterias patógenas tales como: e.coli, salmonella, shigella, klebsiella, proteus, estafilococos, etc.
• Estimular la actividad del sistema inmunológico.
• Producir metabolitos extracelulares que, como el L-ácido láctico sintetizado por el estreptococus termofilus, crean un pH ácido que impide a ciertas bacterias dañinas sobrevivir por algún tiempo y multiplicarse antes de ser eliminadas por las heces.
• Mantener a las bacterias bacteroides y otras bacterias putrefactivas, en una adecuada proporción con respecto a las bifidobacterias.
• Ayudar a sintetizar la vitamina K.
• Ayudar a sintetizar vitaminas del completo B, como niacina, ácido fólico, la biotina y la cobalamina.
• Prevenir la aparición de úlceras intestinales.
• Prevenir el excesivo olor corporal.
• Colaborar en el mantenimiento de un adecuado peristaltismo intestinal.
• Mejorar la tolerancia a la lactosa.

DÓNDE SE ENCUENTRAN

Se ha estimado que en nuestro aparato digestivo habitan unas 400 especies de bacterias con un peso aproximado de 1.600 g. Algunas de esas bacterias son llamadas bacterias simbióticas o beneficiosas, mientras que otras menos deseables son denominadas bacterias patógenas o productoras de enfermedades, que a menudo invaden ciertas partes del cuerpo humano.

Los probióticos son microorganismos vivos (bacterias beneficiosas) que, ingeridos en cierta cantidad, pueden proporcionar efectos saludables para el organismo. La mayor parte de estos microorganismos son los que se conocen como lactobacilos y bifidobacterias, y se encuentran sobre todo en los productos lácteos fermentados (yogures, kéfir, quesos, etc.).

Algunas de las bacterias beneficiosas pueden desarrollarse sólo en ambientes que carecen casi totalmente de oxígeno como las bifidobacterias. Otras requieren pequeñas cantidades de oxígeno para vivir y desarrollarse, y son por ello denominados organismos microaerófilos (como el lactobacillus acidophilus), aunque algunas cepas sean capaces de sobrevivir en ausencia de oxígeno.

PERJUICIOS QUE OCASIONA SU DEFICIENCIA

• Aumento de las bacterias bacteroides (putrefactivas) en el intestino.
• Halitosis.
• Flatulencia.
• Degeneración de la flora intestinal simbiótica (bacterias amigas).
• Aumento de la proliferación de microorganismos patógenos en el intestino: e. coli, salmonella, shigella, klebsiella, estafilococos, proteus, candidas, etc.
• Alergias.
• Intoxicación hepática.
• Deficiencias de ácido fólico, vitamina B12 y biotina.
• Úlceras intestinales.
• Excesivo olor corporal.
• Cistitis.
• Estreñimiento o diarrea.
• Síndrome de colon irritable.
• Dolores musculares o articulares.
• Problemas de piel tales como: acné, eczema o psoriasis.
• Infecciones vaginales.
• Infecciones bucales.
• Colesterol alto.
• Pobre absorción de calcio y de hierro.
• Pobre absorción de proteínas.
• Debilitamiento del sistema inmunitario.
• Anemia.

FORMAS DE LOS PROBIÓTICOS EN SUPLEMENTOS

Los probióticos presentes en los productos lácteos fermentados, como son los bacilos con los que se obtiene el yogur casero, se han usado como un remedio popular desde hace cientos o miles de años. El yogur es la fuente tradicional de bacterias benéficas. Sin embargo, las cepas y la potencia de las bacterias que contiene varían notablemente entre las diferentes marcas de yogur. Algunos yogures (especialmente los congelados) no contienen bacterias vivas. Otras fuentes de probióticos son los suplementos en polvo, los extractos líquidos, las cápsulas y los comprimidos que contienen distintas variedades de bacterias benéficas.

TOXICIDAD Y SUS SÍNTOMAS

Ninguna conocida.

PRECAUCIONES O SUGERENCIAS

• En orden a aportar beneficios, los productos comerciales que contiene L. acidophilus y L. bifidum deben proveer estos organismos en una forma en la cual los mismos puedan sobrevivir al hostil ambiente del tracto gastrointestinal. Varias circunstancias tales como la especie, tensión, adherencia, crecimiento medio y tipo de dieta están estrechamente relacionadas con una exitosa colonización. A menudo una preparación comercial de alta calidad produce una más grande colonización que ingerir simplemente yogur. Una de las claves de esto es que el yogur se hace con L. bulgaricus o Streptococus thermophilus, y mientras que estas dos bacterias son sin duda simbióticas y aportan notables beneficios para la salud, ellas son tan sólo visitantes transitorios del tracto gastrointestinal y no colonizan el colon.
• La adecuada elaboración, empaquetado y almacenamiento de los probióticos es absolutamente necesaria para asegurar su viabilidad. También lo es asegurar la correcta cantidad de humedad y la ausencia de contaminantes. Los lactobacilos son dañados con facilidad por los procesos de liofilización, secado por aspersión o almacenamiento en congelación. Por otro lado una excesiva temperatura en los procesos de empaquetado y almacenamiento pueden igualmente reducir su viabilidad. Además, a menos que el producto sea estable, siempre es necesaria su refrigeración.
• En 1908, el ruso Elie Metchnikoff, Premio Nobel que trabajó en el Instituto Pasteur de París, observó que Bulgaria tenía un número increíble de personas que vivían más de 100 años. Este país balcánico no era uno de los países avanzados de Europa y simplemente había surgido de ser una región mal administrada del Imperio Turco. Intuyendo que la medicina moderna no era el motivo de dicha longevidad avanzada, encontró que los búlgaros se alimentaban de grandes cantidades de verduras cultivadas en forma casera y de mucho yogur. Las verduras no parecían ser un factor probable de longevidad, así que se inclinó por el yogur.

El trabajo de Metchnikoff fue la primera prueba de la habilidad del lactobacilos para transformar la lactosa en el ácido láctico y la prueba de que dicha acidez mantenía un ambiente hostil para las bacterias patógenas. Esta teoría demostró ser correcta y está constatado que muchos peligrosos organismos generadores de enfermedades no se desarrollan o mueren en leche que contiene lactobacilos. Metchnikoff se volvió un firme defensor del concepto de que la dieta puede proteger al cuerpo de la invasión de patógenos, y en consecuencia mejorar y prolongar la calidad de vida. Fue además la primera persona en desarrollar un preparado terapéutico utilizando lactobacilos en forma de cápsulas para ingerir oralmente denominado Lactobacillin.

Las bacterias que pueden ser inhibidas por el L. acidophilus son entre otras:

• Bacillus subtilis
• B. cereus
• B. Stearothermophilus
• Candida albicans
• Clostridium perfringens
• Escherichia coli
• Klebsiella pneumoniae
• Proteus vulgaris
• Pseudomonas aeruginosa
• P. flourescens
• Salmonella typhosa
• S. Schottmuelleri
• Shigella dysenteriae
• S. paradysenteriae
• Sarcina lutea
• Serratia marcescens
• Staphylococcus aureus
• Streptococus faecalis
• S. lactis
• Vibrio comma

INTERACCIONES CON FÁRMACOS

• Unas reacciones pueden incrementar la necesidad de probióticos:…..(+)
• Otras interacciones pueden ser negativas e indican que los probióticos no debieran tomarse sin consultar primero con el médico:….. (-)
• Otras podrían requerir de más explicaciones:….. (?)

Medicamentos que reaccionan con los probióticos:

• Amoxicilina (+)
• Ampicilina (+)
• Antibióticos (+)
• Antibióticos aminoglicósidos (+)
• Azitromicina (+)
• Cefalosporinas (+)
• Clorhexidina (+)
• Ciprofloxacin (+)
• Claritromicina (+)
• Clindamicina oral (+)
• Clindamicina tópica (+)
• Dapsona (+)
• Dicloxacilina (+)
• Doxiciclina (+)
• Eritromicina (+)
• Gentamicina (+)
• Levofloxacino (+)
• Loracarbef (+)
• Macrolidas (+)
• Metronidazol (+)
• Minociclina (+)
• Neomicina (+)
• Nitrofurantoina (+)
• Ofloxacino (+)
• Penicilinas (+)
• Penicilina V (+)
• Quinolonas (+)
• Sulfametoxazol (+)
• Sulfasalazina (+)
• Sulfonamidas (+)
• Tetraciclinas (+)
• Tetraciclina (+)
• Tobramicina (+)
• Trimetoprima (+)
• Trimetoprima/Sulfametoxazol (+)