SABES LO QUE ES EL NEUROMA DE MORTON? COMO MEJORARLO
NEUROMA DE MORTON
Un neuroma es un alargamiento anormal de tejido nervioso. Los nervios son la estructura motora y de transmisión sensorial del cuerpo. Esto significa que para que podamos movernos o sentir, necesitamos que los nervios envíen mensajes con información relevante a los grupos musculares requeridos. Esta información hacia y desde el cerebro proporciona información inmediata hacia delante y hacia atrás para crear y moderar el movimiento, el tacto, la temperatura, la propiocepción (donde se encuentran tus extremidades en el espacio) y las sensaciones.
Un neuroma de Morton puede ser descrito como una hinchazón o protuberancia del minúsculo nervio que pasa entre las articulaciones de los dedos de los pies. Por lo general, esté entre el tercer y el cuarto metatarsiano, pero también puede aparecer entre el segundo y el tercer metatarsiano (el dedo gordo es siempre el número uno, el pequeño el número cinco, al igual que en la mano: el pulgar, el uno; el meñique, el cinco). El dolor irradia hacia los dos dedos afectados y se siente molestia en la planta del pie en el lugar del neuroma.
Cuando un nervio desarrolla un neuroma, se crea una mayor área superficial del nervio, una mayor posibilidad del bloqueo y presión constante, lo que reduce la capacidad del nervio de moverse entre las estructuras colindantes.
No es una lesión que se vea con mucha frecuencia en las clínicas, pero hay un número significativo de personas que se presentan con dolor en esta área del pie así que hablemos de las señales y síntomas de manera que no se le pase este posible diagnóstico.
PRIMERAS SEÑALES DE AVISO
- Dolor entre las cabezas de los metatarsianos dos-tres o tres-cuatro.
- Área adormecida.
- Sentir que hay algo en su zapato por debajo de la bola del pie.
- Hormigueos o pinchazos en los dedos.
RAZONES COMUNES PARA LA LESIÓN
- Llevas calzado estrecho o puntiagudo.
- Zapatos de tacón alto.
- Movimientos repetitivos como correr o deportes de raqueta.
- Lesión o trauma en el pie.
- Anormalidades en el pie como juanetes, pies planos o demasiado flexibles.
Debe tenerse en cuenta que no todo el dolor en los dedos puede asociarse con un neuroma; sin embargo, como corredor, esto es algo a tener en cuenta.
Por supuesto no todo el dolor de la parte superior del pie está relacionado con un neuroma, pero si puede escucharse un pequeño “clic” cuando se aprietan los dedos es una buena manera clínica de determinar si se necesita más investigación, junto con una presentación clínica. El chasquido audible en las cabezas metatarsianas cuando apretamos los dedos conduciría a un fisio a realizar un escáner de ultrasonido. El ultrasonido es un método para mirar debajo de la piel, en la estructura del pie, lo mismo que las exploraciones que se usan durante los embarazos para mirar a un bebé. El ultrasonido puede mostrar las estructuras en movimiento y, en el caso del neuroma de Morton, al realizar el test de comprensión, muestra el neuroma tratando de moverse entre los huesos metatarsianos, confirmando nuestro diagnóstico.
PROGRESO DE LA LESIÓN
La lesión comienza muy lentamente, y a menudo tan solo quitándose las zapatillas y frotándose el pie es suficiente para aliviar los síntomas en los primeros días. Los síntomas pueden ir y venir, con lo que es posible que crea que solo es un problema con el calzado. Es probable que empeoren a lo largo del tiempo y se vuelvan más consistentes.
Los cambios temporales en el nervio se harán más permanentes y su dolor se volverá constante. Cualquier movimiento puede convertirse en doloroso y evitará poner ningún tipo de presión en la parte frontal de su pie.
AUTOEVALUACIÓN
Sujete su pie con la mano y apriete los dedos. Si escucha un “clic”, entonces puede que tenga esta lesión. Busque consejo médico de un fisioterapeuta.
TRATAMIENTOS
Como todas las lesiones, la detección temprana es muy importante. Cuantos antes pueda un especialista diagnosticar el neuroma de Morton, más posibilidades hay de reducir la necesidad de cirugía.
El tratamiento no suele ser mediante fisioterapia. En principio se usan plantillas ortopédicas para mantener el pie en una posición específica de cara a abrir los dedos para que el nervio no siga aplastado. Otro método habitual de tratamiento es el de inyectar el neuroma, ya sea con un esteroide para reducir la inflamación, o con una solución del 4% del alcohol etílico para “amortiguar” el nervio y de esa manera reducir la sensación de dolor.
Si esto falla, entonces se utiliza una operación para extraer el material no deseado; sin embargo, en algunos casos la cicatriz creada por la operación puede dar tantos problemas como daba el neuroma, y este es el motivo por el que es tan importante descansar en el post operatorio y realizar ejercicios específicos para movilizar el tejido blando. Con la cirugía existe la posibilidad de abrir por la parte superior del pie (dorso) y sacrificar el ligamento que evita que sus dedos se separen (aunque la compresión subsiguiente del calzado reducirá el problema), o por la parte inferior del pie (planta) (Wu, 2009); sin embargo, esta opción lleva más tiempo para sanar después de la operación. Personalmente, inyectaría y usaría plantillas ortopédicas al mismo tiempo para sanar después de la operación. Personalmente, inyectaría y usaría plantillas ortopédicas al mismo tiempo y trataría de resolver el problema haciendo que el paciente dejara de utilizar calzado estrecho y confiando en que las infiltraciones redujeran el tamaño del neuroma o del tejido colindante.
AUTO TRATAMIENTO
Hay muy poco que usted pueda hacer, aparte de utilizar calzado ancho y acolchado y de moderar su actividad hasta que vea a un profesional. Si sospecha de un neuroma de Morton, deje de correr para reducir la irritación, solicita una cita para ver a un fisioterapeuta tan pronto como sea posible. Evite los zapatos de tacón alto y los zapatos estrechos hasta que se haya confirmado el diagnóstico.
Los ejercicios para ayudar con los trastornos musculoesqueléticos resultantes de tener un neuroma de Morton serían los siguientes:
SUJECIÓN DE TOALLA:
(FUERZA) TIEMPO: 2 MINUTOS
Este ejercicio ayuda a fortalecer el arco del pie, además, tiene un beneficio neuromuscular ya que activa los nervios y produce una mejora de la función completa.
- Sitúe una toalla en el suelo delante de su silla.
- Coloque los dedos de su pie sobre la toalla con el talón sobre el suelo.
- Suba y baje con el empeine, agarrando la toalla con los dedos de cada bajada, atrayendo hacia sí la toalla.
- Repita este movimiento durante dos minutos.
GEMELO:
(ESTIRAMIENTO) TIEMPO: 1,5 MINUTOS
Un estiramiento estático como parte de su prehab puede ser muy favorable, aunque hoy en día ayunas más los estiramientos dinámicos como parte de los calentamientos. Los estiramientos estáticos son aquellos en los que sitúa el músculo bajo tensión y mantiene la posición durante un rato; los estiramientos dinámicos son aquellos en los que incrementa el rango de movimiento a través de una serie de movimientos repetidos.
- Mantenga el estiramiento durante 45 segundos x 3 veces al día.
- Coloque el pie del lado lesionado contra una pared de manera que los dedos se encuentren a la altura aproximada de un escalón.
- El tobillo debe estar a unos centímetros de la pared (el pie tiene que estar aproximadamente a 45 grados).
- Utilice entonces el pie trasero para empujar suavemente hacia adelante, llevando así la rodilla hacia la pared.
SÓLEO:
(ESTIRAMIENTO) TIEMPO: 1,5 MINUTOS
Estire el sóleo (el músculo plano más profundo del gemelo) durante 45 segundos cada pierna. Sitúese frente a una pared con los pies a 10-20 cm de ella, un pie delante del otro. Doble ambas rodillas hasta que sienta con claridad el estiramiento de su gemelo.
LA ALMEJA: ABDUCCIÓN ROTACIÓN DE CADERA:
(FUERZA) TIEMPO: 4 MINUTOS
- Tumbado de lado, doble las rodillas de manera que las plantas de sus pies estén alineadas con su columna.
- Levante lentamente la rodilla superior realizando un arco.
- Mantenga 3 segundos y regrese a la posición original.
- Repita 3×15 veces.
MÚSCULOS DEL TRONCO:
(FUERZA) TIEMPO: 3 MINUTOS
- Túmbese sobre su espalda, con las piernas dobladas formando un ángulo de 90 grados.
- Coloque la punta de los dedos de sus manos sobre las partes óseas de la zona frontal de la pelvis (espina ilíaca anterosuperior) como se muestra.
- Mueva los dedos hacia adentro y hacia afuera unos 2 cm de manera que apriete suavemente sobre el músculo transverso abdominal.
- Puede comprobar si está en el lugar correcto tosiendo: debería notar el músculo botar bajo sus dedos.
- Ajuste la posición hasta que esto ocurra.
- Imagine que está orinando y que de repente detiene el flujo, debería sentir como se contrae el transverso abdominal. Mantenga esa contracción.
- Meta el ombligo.
- Aplane la parte baja de su espalda contra el suelo.
- Mantenga estas tres posiciones juntas y habrá contraído los músculos del tronco de manera precisa.
Para evaluar la fortaleza de su tronco, levante ligeramente sus pies del suelo de manera alterna, manteniendo la tensión con equilibrio en ambos lados de su transverso abdominal. Cuando pueda mantener esta tensión de manera sólida durante 25 repeticiones con cada pierna, habrá activado su transverso abdominal y por tanto su tronco, con lo que estará listo para pasar a ejercicios más complicados.
PROTOCOLO DEL PROFESIONAL
En este caso, el diagnóstico es el mejor aliado junto con un buen consejo sobre calzado.
- Remitir a un escáner de ultrasonidos para confirmar el diagnóstico.
- Aconsejar un calzado algo más ancho en la parte frontal del pie y con mejor amortiguación.
- Buscar la opinión de un podólogo.
- Explicar las opciones:
- Infiltraciones
- Cirugía
- Acercamiento conservador
- Sugerir ayuda adicional en forma de:
- Liberación del tejido blando
- Movilización de pie y tobillo
- Actividad moderada
En caso de que la persona afectada desee tratamiento de ayuda, sugiero lo siguiente:
- Masaje del tejido blando en el gastrocnemio y el sóleo.
- Fricción en los tendones dorsales y liberación de los músculos anteriores.
- Masaje suave de la fascia plantar.
- Manipulación talocrural y sub talar.
- Movilización global de la articulación tarsal.