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Publicado por en Ene 9, 2021 en Medicina Deportiva | 0 comentarios

QUE ES LA OSTEOCONDRITIS DISECANTE

CAUSAS COMUNES

La osteocondritis disecante (OCD) es una inflamación del hueso y del cartílago que con mayor frecuencia sufren los adolescentes y adultos jóvenes. El área del codo que más frecuentemente se ve afectada es la superficie anterolateral del cóndilo humeral (parte externa del codo). La causa de la lesión deriva del lanzamiento repetido y la distensión muscular del codo. Como consecuencia de esta distensión repetida, en la parte lateral o medial del codo se produce una separación localizada de un segmento de cartílago articular y de hueso subcondral.

DIAGNÓSTICO

El dolor de codo en los jóvenes lanzadores se conoce comúnmente como el codo de la liga juvenil; la OCD es otro problema de esta articulación aunque menos común. El codo de la liga juvenil típicamente produce dolor en el lado interno del codo, mientras que la OCD usualmente lo produce en el lado externo. Sin embargo, ambas lesiones pueden producirse simultáneamente. Aproximadamente, cerca del 90 por ciento de diagnosticados de OCD tienen una historia de dolor de codo y casi el 55 por ciento reporta una pérdida de rango de movilidad. Los síntomas, por lo común, aparecen gradualmente. El dolor suele ser intermitente y aparecer con la actividad, en especial en los lanzamientos fuertes o con el incremento de estrés sobre el codo. La OCD del cóndilo es más frecuente en los adolescentes de edades entre 13 a 17 años y está causada por la compresión lateral repetida del codo durante los movimientos repetidos de los brazos por encima de la cabeza. Una fractura por estrés de la cabeza radial puede producirse por las mismas causas, y debe diagnosticarse por un médico.

Muchos deportistas tienen síntomas similares a los que padecen apofisitis o codo de la liga juvenil y es imposible apreciar la diferencia entre ambas patologías sin radiografías. Éstas pueden mostrar ratones articulares dentro de la articulación o centros de osificación secundarios (formación ósea), intraarticulares anormales. La resonancia del codo puede evidenciar fracturas por estrés y roturas ligamentosas. También puede revelar fragmentos óseos y lesiones del cartílago. Debido a que el escáner óseo puede detectar pequeños cambios en la actividad lesional (osteoblásticos), ésta representa una exploración válida para identificar las lesiones del OCD.

TRATAMIENTO

La cirugía se requiere en función del volumen de la lesión ósea y su localización. La presencia de ratones articulares y la alteración del cartílago articular del humeral y de la cabeza del radio ayudan a determinar la necesidad de cirugía. La detección precoz de OCD y la menor edad del lesionado hacen que disminuya la necesidad de cirugía. Los cuidados conservadores consisten en limitar los lanzamientos, utilizar antiinflamatorios y hacer ejercicios de fortalecimiento del antebrazo bajo la guía de un terapeuta o preparador experto. Si las medidas conservadoras fallan tras 8 a 12 semanas, debe considerarse la cirugía. Hay muchas opciones quirúrgicas, entre las que se incluyen el desbridamiento artroscópico con curetaje. En este procedimiento, una herramienta denominada artroscopio se introduce a través de la piel, en el interior de la articulación del codo. El artroscopio incluye una cámara, de tal manera que el cirujano ve claramente el espacio articular mientras interviene. Una vez en el interior de la articulación, el cirujano puede simplemente retirar cualquier ratón articular u optar por hacer pequeñas perforaciones en la lesión OCD, lo que ayuda a estimular el recrecimiento óseo.

Debido a que la OCD es secundaria a sobrecarga, tanto la lesión como su recurrencia pueden prevenirse. Como se estableció anteriormente, el número de lanzamiento, tantos en los deportistas esqueléticamente inmaduros como maduros, deben limitarse adecuadamente. Los entrenadores, padres y deportistas deberían tener una formación para reconocer las lesiones precozmente. Todo jugador de béisbol y de otros deportes de riesgo, como lanzadores de jabalina, lanzadores de peso, e incluso tenistas, deberían conseguir una técnica adecuada y estar en buena condición física.

Muchas lesiones del codo por lanzamiento suceden comúnmente cuando se llevan a cabo movimientos de sacudida o enérgicos con el brazo, en posición relativamente horizontal durante la liberación del objeto. Por eso, los jugadores de béisbol deberían evitar el movimiento de separación del hombro protagonista y elevar el pie atrasado del terreno demasiado pronto. El fortalecimiento de los músculos del antebrazo, incluidos los flexores, los extensores, los escapulares y los que soportan el tronco, e incluso los pélvicos y los del muslo, deberían de comenzar antes de iniciar la temporada y continuar a todo lo largo del programa de entrenamiento.

VUELTA A LA ACCIÓN

Cuando cesa el dolor en el codo y se recupera el rango de movimiento completo, el deportista puede comenzar un programa de lanzamiento gradual con resistencia progresiva. Su técnica de realización debe evaluarla un entrenador o un preparador físico familiarizado con el deporte, y las correcciones deben hacerse de inmediato. Las pruebas seriadas con resonancia pueden tener algún valor, pero la descripción del deportista de sus síntomas es la mejor señal que indica cuándo volver. Si el atleta está libre de dolor, su codo tiene un rango de movilidad completo y la fuerza del agarre es similar a la del lado no afectado, está totalmente listo para volver a llevar a cabo sus actividades de lanzamiento completo.

Doctor en Nutrición y medicina del deporte

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