¿QUÉ ES LA OSTEOARTRITIS?
CAUSAS COMUNES
La osteoartritis (OA), algunas veces denominada enfermedad articular degenerativa, se estima que afecta del 12 al 25 por ciento de los mayores de 75 años en los Estados Unidos. La OA de la cadera es típicamente un proceso patológico no inflamatorio que se caracteriza por la destrucción de la cabeza del fémur que se inserta en la cavidad cotiloidea de la cadera, con un deterioro de la superficie articular en la cual el fémur se apoya. La pérdida por desgaste del cartílago articular hialino que recubre el hueso cuando se desgasta causa el estrechamiento del espacio articular, la formación de quistes subcondrales y el desarrollo de tejido óseo marginal, conocido como osteocitos. La causa exacta de estos cambios patológicos es incierta, pero factores fisiológicos y biomecánicos tales como la edad, la obesidad, la genética, el alineamiento articular, la laxitud articular y la debilidad muscular, pueden tener un papel en el proceso patológico.
Con frecuencia esta patología se agrava con los movimientos repetidos de la cadera y la actividad física prolongada y extenuante implicada en bipedestación: caminar, correr, saltar, flexionar las piernas o agacharse. Los deportistas que participan en actividades que requieren el soporte sobre uno de los miembros inferiores, o pivotar sobre la articulación de la cadera, como en el tenis y otros deportes de raqueta o los eventos de atletismo, pueden tener una incidencia especialmente elevada de dolor relacionado con OA. Los episodios de mantenerse sobre una sola extremidad durante el deporte pueden sufrir fuerzas por encima de las 14 veces el peso corporal que se transmiten de las piernas. En una persona con desarrollo lento de OA de cadera, y que esté asintomático durante sus actividades cotidianas, pueden desarrollarse los síntomas en situaciones en las que a la cadera se imponga un estrés inusual.
DIAGNÓSTICO
Los síntomas típicos de dolor y rigidez emergen después de un período de inactividad, aun cuando los síntomas de la OA de cadera suelen ser de aparición insidiosa con una escalada gradual de dolor que puede percibirse nítidamente sólo durante la actividad deportiva. El dolor puede localizarse en la ingle, o en la parte lateral de la cadera, y puede irradiarse hacia el muslo e incluso hacia la rodilla. El dolor de cadera de una OA con frecuencia puede evitarse con el descanso. Los deportistas con síntomas severos también pueden padecer falta de fuerza en la musculatura de la cadera.
El diagnóstico se hace con una radiografía estándar, la cual debe ordenarla el médico cuando sospecha una OA tras el resultado del examen físico del rango de movilidad de la cadera pasivo y el dolor con el movimiento, en especial con la rotación interna.
TRATAMIENTO
El tratamiento comienza con un régimen conservador consistente en la modificación del estilo de vida, fisioterapia, suplementos nutricionales y fármacos. En pacientes con sobrepeso, la reducción del mismo puede ser uno de los factores más importantes para el alivio de los síntomas; en algunos de ellos, la pérdida de peso es suficiente para mejorar el dolor de cadera.
La fisioterapia y un régimen de ejercicio consistente en el fortalecimiento de los músculos implicados y la mejora de la coordinación, junto con un programa de estiramiento, pueden ser muy efectivos para reducir los síntomas. La utilización de calor y ultrasonidos en la zona afectada también puede ayudar.
Los analgésicos, fundamentalmente los AINES (antiinflamatorios no esteroideos), son un tratamiento de mantenimiento para la OA. El paracetamol también es útil en deportistas con síntomas entre medios y moderados, en los que están contraindicados los AINES o que los toleran mal.
Si los síntomas continúan a pesar del tratamiento conservador, puede considerarse la infiltración intraarticular de cortisona (glucocorticoides). De acuerdo con el National Institutes of Health Consensus Conference, si los síntomas de moderados a severos o la disfunción persisten a pesar de un periodo prolongado de manejo no quirúrgico, la prótesis de cadera es la opción más razonable.
VUELTA A LA ACCIÓN
Después del tratamiento con medidas conservadoras (como se ha descrito) de 3 a 4 semanas, el deportista puede volver progresivamente a su actividad mientras esté estrechamente vigilado para detectar la reaparición de los síntomas. Si éstos recurren, debe abstenerse de reiniciar su actividad y volver al régimen conservador de reposo relativo con fisioterapia y medicación. Desafortunadamente, ningún tipo de vendaje funcional o sujeción es útil para tratar las OA de cadera, lo cual recalca la importancia del fortalecimiento y el estiramiento de los músculos de la cadera.