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Publicado por en Feb 4, 2021 en Medicina Deportiva | 0 comentarios

QUE ES LA HERNIA DE DISCO?

QUE ES LA HERNIA DE DISCO?

CAUSAS COMUNES

La hernia del disco lumbar es bastante común en deportistas, en especial en aquellos con edades entre 20 y 35 años. Los deportes que implican elevar peso en movimientos de torsión y flexión tienen un riesgo más elevado de provocar lesiones y hernias de disco. Los atletas de deportes de lanzamiento y rotación, como el tenis, el golf, el fútbol americano en la posición de cuarto trasero o el béisbol (el pitcher), tienen un riesgo elevado. Los deportes con flexiones extremas hacia delante, tales como el yoga y la gimnasia, también exponen al disco una posición favorecedora de estas lesiones.

Los discos intervertebrales están constituidos por una banda de material fibroso que conforma su periferia, denominada anillo fibroso, y un material gelatinoso central llamado núcleo pulposo. La función de estos discos es la de absorber los choques y prevenir el contacto directo de hueso con hueso entre los cuerpos vertebrales. Un disco se hernia cuando se produce una disrupción en su anillo fibroso, lo cual permite que su material gelatinoso del núcleo pulposo salga del anillo al exterior (como la mermelada al salir de un bollo). La profusión del disco causa irritación a la raíz nerviosa, tanto por la presión directa del disco sobre el nervio como por la inflamación del nervio ocasionada por las sustancias químicas liberadas por el disco herniado.

DIAGNÓSTICO

Normalmente los deportistas con hernia de disco están más cómodos de pie que sentados. El dolor con frecuencia es más intenso en un lado, y puede irradiarse hacia la pierna. El lesionado tiende a inclinarse hacia la pierna sin dolor para aliviar el lado afectado al reducir la presión sobre el disco. El dolor empeora, por lo común, al sentarse y mejora cuando está de pie o caminando (sucede lo contrario cuando el disco se hernia en el área conocida como foramen). Se acompaña de dolor de la pierna, debilidad y entumecimiento. Las maniobras clínicas que estimulan la irradiación del dolor en la pierna afectada ayudan a la confirmación del diagnóstico.

Las mayores molestias relacionadas con la hernia de disco son debidas a la inflamación, más que a la presión del disco sobre un nervio. El dolor irradiado hacia la extremidad inferior, el entumecimiento y la falta de fuerza, es patognomónico de un disco herniado. Si un atleta tiene dolor en la espalda que se irradia hacia las piernas con debilidad asociada, o si alguno de los signos alarmantes cardinales está presente, un médico debe evaluar al paciente tan pronto como sea posible, ya que estos síntomas indican dolor radicular o ciática y puede indicar un problema significativo del disco. Los signos cardinales de alarma son pérdida de control de la vejiga o del intestino, dolor intratable y pérdida progresiva de la función neurológica, es decir, un progreso rápido de pérdida de fuerza.

Si los síntomas de la hernia de disco lumbar persisten, el mejor método para evaluar el grado de la herniación y compresión sobre raíz nerviosa es la resonancia. Sin embargo, a veces la aparición de la hernia en la resonancia no se corresponde necesariamente con el grado de disfunción; algunas personas muestran un disco herniado en una resonancia, aun estando asintomáticas. La resonancia con frecuencia es excesivamente sensible y destaca estructuras que clínicamente no son significativas. Pero cuando los síntomas se asocian con los hallazgos en la resonancia, es probable la correlación entre la hernia de disco y sus síntomas.

TRATAMIENTO

Varios métodos pueden tratar la hernia de disco agudo con síntomas de ciática (dolor irradiado desde la región lumbar a las nalgas y hacia el miembro inferior). Si con reposo y medicación antiinflamatoria o analgésica no se alivian los síntomas, un médico debe prescribir al deportista esteroides orales para reducir la inflamación de la raíz nerviosa, y también relajantes musculares y analgésicos para controlar el dolor. El deportista ha de ser reevaluado a la semana y en el momento en que el dolor o los síntomas neurológicos empeoren. Dichos síntomas incluyen los signos de alarma cardinales mencionados previamente. Si alguno de ellos ocurre, el deportista debería ser inmediatamente examinado por un traumatólogo o un neurocirujano.

Si los síntomas comienzan a mejorar y no hay complicaciones, el deportista puede volver a ejercitarse e iniciar la fisioterapia centrada en ejercicios basados en la extensión para reducir la tensión sobre el disco. El fortalecimiento y estiramiento de los abdominales y lumbares ayudará a restablecer la función normal. Si los síntomas no mejoran, si existe dolor permanente y se presenta cualquier signo de falta de fuerza en las piernas, puede intentarse una infiltración con un esteroide epidural o de bloqueo nervioso bajo rayos X (fluoroscopia), junto con una fisioterapia continuada. Si el deportista no mejora con este tratamiento conservador, ha de considerarse la cirugía para extraer parte del disco.

En el raro caso de que un deportista lesionado presente una súbita incontinencia urinaria o fecal, o anestesia de la zona (entumecida en la región anal), están indicados la resonancia, los esteroides y la cirugía de emergencia. Éste es un signo de patología neurológica grave, en la cual el disco herniado comprime los nervios del canal espinal que inerva la parte inferior del cuerpo. El único tratamiento en esta situación es una descompresión quirúrgica rápida del disco. La cirugía como primera opción sólo se aconseja con esta patología o con déficit neurológicos progresivos.

VUELTA A LA ACCIÓN

El retorno a las actividades relacionadas con el deporte depende de los síntomas. El atleta debe estar libre de dolor y bajo tratamiento fisioterapéutico, incluidos los programas de entrenamiento cruzado progresivo, fortalecimiento y de vuelta a su deporte. El deportista tiene que continuar realizando en su domicilio un programa de ejercicios creado por el terapeuta con el propósito de fortalecer los músculos de segmento somático central, mantener la flexibilidad y aliviar la presión de la columna a fin de reducir la posibilidad de recurrencia de los síntomas.

Con el tratamiento conservador de una hernia de disco, el deportista puede volver a la competición en, aproximadamente, 6 a 8 semanas. Con descompresión quirúrgica, el deportista usualmente quedará fuera de temporada o al menos no podrá jugar en 3 meses.

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