PAUTAS ALIMENTARIAS EN EL NIÑO LACTANTE
Normalmente se establecen una serie de recomendaciones a la hora de los nutrientes en el lactante porque presenta un mayor o menor grado de inmadurez en sistemas claves del funcionamiento del organismo para ese periodo esencial, como es el caso del sistema digestivo, hígado, riñón y del sistema inmune, o para el futuro, como es el sistema nervioso. Esa inmadurez total limita obviamente las capacidades homeostáticas del organismo infantil, de tal modo que una deficiencia nutricional afectará de un modo u otro al adecuado desarrollo del fisiologismo neonata, pero también un exceso nutricional lo que he comentado de ls homeostasis puede no ser capaz de defenderlo de el exceso, pudiendo provocar un año celular de mayor o menor importancia.
Todo lo dicho sobre la inmadurez del lactante no es igual a lo largo del periodo de un año, que es el tiempo que define el término de lactante, sino que esa inmadurez es más evidente desde el punto de vista cuantitativo, durante los tres o cuatro primeros meses de vida del neonato. En esa época aquellos sistemas que maduran más o menos tempranamente, de tal modo que a partir de entonces los mecanismos homeopáticos corporales están suficientemente desarrollados y pueden ser más eficaces tanto ante un déficit nutricional como sobre todo ante un exceso. La eficacia de los procesos digestivos y abortivos, de la función hepática y de diversos procesos metabólicos, de la función renal y de la maduración nerviosa, se encuentran en un grado de madurez tal que el lactante puede adaptarse mejor a ciertas modificaciones alimentarias.
Es por eso que la diferente maduración orgánica hace que durante la primera fase de mayor vulnerabilidad, que es los primeros cuatro a seis meses de vida es muy aconsejable la leche materna, pues es el mejor alimento evolutivamente preparado para la situación fisiológica diferencial del lactante. En el caso de que no puedan seguir la lactancia natural, deben utilizar fórmulas infantiles denominadas fórmulas de inicio, que intentan asemejarse en su composición y efectos a la leche materna.
A partir de los cuatro o seis meses, la leche humana o la fórmula de inicio, por sí solas, no satisfacen adecuadamente los requerimientos nutricionales del lactante sano nacido a término. En este momento donde se puede introducir otra fórmula láctea que se suele denominar fórmula de continuación, que no es tan sofisticada en su composición como las de inicio, y que difiere de la leche de vaca en su contenido proteico y de hierro, y eventualmente en su contenido en grasa, hidratos de carbono, minerales y vitaminas.
Junto a la leche de continuación suelen administrarse al lactante otros alimentos, como cereales, frutas, verduras, carnes, pescados, huevos, que en su conjunto reciben el nombre de Beikost o alimentación complementaria, tengo que destacar que el yogur nunca se administrará antes de los ocho meses por el peligro de que produzca una acidósis láctica dado el contenido en ácido del mismo.
Debemos prestar atención en la introducción del Beikot en aquellos niños con historial familiar atómico, en cuyo caso los alimentos con una eventual elevada capacidad alérgica deben ser eliminados durante el primer año de vida.
PAUTA DIETÉTICA INTRODUCCIÓN ALIMENTOS
- Cuatro meses. Pueden estar presentes zumos de frutas (naturales claro)
- Cinco meses. Frutas y compotas de frutas. Harinas de cereales sin gluten (maíz y arroz)
- Seis a siete meses. Verduras, carne, cereales con gluten (cebada, avena, centeno), aunque también pueden seguirse ingiriendo variedades sin gluten.
- Ocho meses. Yogur y leches fermentadas.
- Nueve meses. Yema de huevo, pescado blanco, legumbres, papas, y fideos.
- Doce meses. Huevo completo, verduras de hoja verde, queso fresco, pasta y demás alimentos de la dieta familiar
La oferta variada de los grupos de alimentos con sus adecuadas preparaciones culinarias y una normal evolución de su crecimiento, son los elementos claves de que estamos llevando a cabo una buena nutrición.
Entre los preparados comerciales de alimentación complementaria destacan las papillas de cereales y los homogeneizados.
En las papillas de cereales se elaboran teniendo en cuenta que on los cereales los que inician la alimentación complementaria y los que a partir de entonces serán prácticamente los componentes mayoritarios de la alimentación habitual (siempre junto a la leche al principio)
Como recomendación personal puesto que el bebe o lactante tiene un intestino muy inmaduro es bueno ponerle en los biberones probioticos indicados para esa edad y termoresistentes, para evitar infecciones y una maduración óptima en el desarrollo global. También tengo que destacar la importancia del DHA en el que muchos fabricantes incluso han puesto en sus fórmulas para prematuros, pues este principio activo de los omega 3 es muy bueno para el desarrollo cognitivo y nervioso del lactante.