LESIONES OCULARES EN EL DEPORTISTA
CAUSAS COMUNES
Las lesiones oftalmológicas se asocian, por lo general, con traumas directos sobre el ojo, como cuando se golpea en el ojo con el dedo de un oponente al luchar un rebote en baloncesto.
DIAGNÓSTICO
Un deportista puede padecer cualquier tipo de lesión en los ojos. Con una hemorragia subconjuntival, éste tendrá el ojo rojo, o hemorrágico, similar a una contusión ocular. Entre las lesiones oftálmicas más serias se incluyen los cuerpos extraños y las heridas punzantes. Un cuerpo extraño, a menudo, queda directamente más o menos enclavado en la conjuntiva del ojo. El atleta puede experimentar quemazón, dolor o incomodidad ocular. Generalmente, el cuerpo extraño se puede localizar instilando un colirio de fluoresceína sobre el ojo.
TRATAMIENTO
Las hemorragias subconjuntivales, generalmente, se resuelven sin tratamiento en dos semanas. Si un cuerpo extraño afecta al ojo, éste debe ocluirse y el deportista ser evaluado por un oftalmólogo. El cuerpo extraño nunca se extraerá de la córnea ni será manipulado por alguien que no esté capacitado para hacerlo. Si el cuerpo extraño es de naturaleza química, inmediatamente se irrigará el ojo abundantemente durante 15 ó 20 minutos con agua o solución salina. Tras ello, aplicar una pomada antibiótica y un parche oclusivo. El atleta debería ser evaluado por un oftalmólogo para diagnosticar un posible daño residual.
Si la lesión ocular es traumática, se necesita un profesional médico que diagnostique posibles perforaciones en los párpados o abrasiones corneales. Estas lesiones son extremadamente dolorosas y el tratamiento inicial consiste, con frecuencia, en tratar de controlar el dolor. Ha de colocarse un parche oclusivo sobre el ojo lesionado y trasladar al deportista a urgencias o ser evaluado por un oftalmólogo. En este caso las pupilas se dilatarán con atropina y se aplicará colirios antibióticos.
VUELTA A LA ACCIÓN
Una hemorragia subconjuntival generalmente ni privará al atleta de retornar al juego. Una vez que el cuerpo extraño sea eliminado, la córnea se cure y la visión normal se restablezca, el deportista puede volver. El tiempo hasta la reincorporación depende de la extensión de la abrasión corneal. Un trauma directo penetrante da como resultado una herida ocular. Volver a jugar tras una lesión por punción, química o por contusión, requiere la completa curación y el alta por un oftalmólogo.
