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Publicado por en Oct 22, 2020 en Medicina Deportiva | 0 comentarios

LESION EN LOS LIGAMENTOS COLATERALES; QUE HACER?

LESION EN LOS LIGAMENTOS COLATERALES; QUE HACER?

LIGAMENTO COLATERAL MEDIAL (LCM) Y LIGAMENTO COLATERAL LATERAL (LCL)

Los ligamentos que se encuentran a cada lado de la articulación de la rodilla se llaman ligamento colateral lateral (LCL) y ligamento colateral medial (LCM). Estos dos ligamentos protegen de un movimiento lateral o medial excesivo a la articulación de la rodilla. Una lesión del LCM crea un mayor grado de inestabilidad que cualquier otra lesión de ligamento de la rodilla, debe curarse completamente antes de llevar a cabo cualquier actividad deportiva para evitar futuras complicaciones con las articulaciones de la cadera o cirugía en cualquier otra parte lesionada de la rodilla.

La lesión más común es la de LCM y las sufren generalmente esquiadores y jugadores de deportes de equipo como el futbol o el rugby. El LCM es una estructura de soporte de la rodilla infravalorada y sus fibras no solamente van desde por encima de la rodilla hasta por debajo, también se insertan ligeramente y se continúan con el cartílago del menisco medial. Cuando dañas el LCM no es raro afectar también el menisco medial y el ligamento cruzado anterior.

El LCL es menos propenso a lesionarse. Se encuentra en la parte exterior de la rodilla y va entre el fémur (el hueso del muslo) y la tibia (el hueso de la espinilla). Previene que se abra la articulación de la rodilla en el margen lateral.

Cualquier estrés que se aplique a la rodilla ya sea con un movimiento medial o lateral (como un placaje deslizante desde un lado, estresando el LCL debido al movimiento medial de la parte baja de la pierna) puede causar daño.

PRIMERAS SEÑALES DE AVISO

Ya que se trata de una lesión traumática, no es algo que se pueda ver venir gradualmente. Sin embargo, en un intento de diferenciar este de otros dolores de rodilla, aquí hay una lista básica:

  • Dolor a cualquiera de los lados de la rodilla.
  • Dolor medial es LCM, dolor lateral es LCL.
  • Sensibilidad sobre la línea de la articulación al presionar.
  • Dolor al aplicar una presión suave a la articulación en la dirección de las fibras no lesionadas.

RAZONES COMUNES PARA LA LESIÓN

Esta lesión traumática, en la que se ha aplicado presión en los ligamentos, suele ocurrir durante actividades como el fútbol, el rugby o el esquí; sin embargo, una caída repentina corriendo, ya sea al patinar en un bordillo o acera, al torcerse el tobillo o al patinar sobre hielo, puede ser suficiente para lesionar estos ligamentos de rodilla.

PROGRESO DE LA LESIÓN

De igual manera que con los ligamentos del pie, el daño en el ligamento puede graduarse de tres maneras. El grado 1 supone la mínima lesión, involucrando únicamente unas pocas fibras del ligamento y por lo general es tan solo una torcedura de fibra; el grado 2 es cuando la torcedura implica una rotura parcial del ligamento, y el grado 3 es una rotura total.

AUTO EVALUACIÓN

El dolor se encontrará sobre la línea medial de la articulación de la rodilla. Trate de sentirlo colocando sus dedos alrededor de la rodilla medial y flexionando suavemente su rodilla adelante y atrás para sentir el movimiento de la articulación. El LCM se estira justo por encima de la articulación y se inserta por debajo, es decir que si hay dolor sobre toda esta línea puede sugerir esta lesión.

Lleve a la práctica la teoría creando estrés sobre el ligamento (suavemente). Presione el interior de su pie contra el suelo para abrir suavemente el interior de la articulación de la rodilla. Si siente un dolor inmediato estará confirmando que existe daño sobre esta área.

TRATAMIENTO

Cuando se trate de una lesión de grado 1, la mejor política es descansar y usar cinta para sujetar el ligamento y evitar más daños. Habitualmente, cuatro semanas deberían ser suficientes incluyendo un regreso gradual a correr, siempre manteniendo el vendaje hasta seis semanas después de la lesión.

Un grado 2 requerirá una sujeción completa, para asegurarse de que no se causan más daños y para permitir a las fibras tiempo para curarse durante seis u ocho semanas. Requerirá un regreso gradual para correr, así como un fortalecimiento similar al que se usa para la desviación en la trayectoria de la rodilla. Esto asegurará un buen control sobre la rodilla desde más arriba de la cadena y por tanto reducirá la tensión sobre el ligamento.

Una rotura completa de grado 3 llevará de seis a ocho semanas de curación y esto será solo el comienzo del viaje de vuelta a correr. Habrá que ir poco a poco para no estresar el ligamento debido a una cadena cinética ahora en baja forma. Si se gestiona correctamente, no debería haber ninguna implicación a largo plazo, siempre y cuando no se haya causado cualquier otro daño que requiera una intervención quirúrgica (por ejemplo, una rotura del ligamento cruzado anterior o del menisco).

Los tratamientos incluirán fricciones transversas profundas en el ligamento una vez haya terminado la fase aguda.

AUTO TRATAMIENTO

Poco hay que decir sobre el auto tratamiento cuando el objetivo principal debería ser descansar; sin embargo, asegúrese de estar realizando entrenamiento cruzado y trabajando en aspectos clave del entrenamiento funcional para convertirse en un atleta más fuerte y resistente al regresar de la lesión. Por tanto, los ejercicios que debería seguir son:

SUJECIÓN DE TOALLA: 2 minutos (FUERZA)

Este ejercicio ayuda a fortalecer el arco del pie, además, tiene un beneficio neuromuscular ya que activa los nervios y produce una mejora de la función completa.

  • Sitúe una toalla en el suelo delante de su silla.
  • Coloque los dedos de su pie sobre la toalla con el talón sobre el suelo.
  • Suba y baje con el empeine, agarrando la toalla con los dedos de cada bajada, atrayendo hacia sí la toalla.
  • Repita este movimiento durante dos minutos.

TIBIAL POSTERIOR: 3 minutos (FUERZA)

Este es un ejercicio de fuerza para aquellos que deseen reducir el exceso de pronación y por tanto el riesgo de un astillado de espinilla.

  • Comience con los dedos apuntando hacia afuera, levante entonces los talones.
  • Cuando esté cerca de la posición posterior del levantamiento de gemelo, rote los talones hacia dentro antes de bajar de nuevo lentamente a la posición inicial.
  • Repita 3×25 veces.

EVERSIÓN DEL TOBILLO: 4 minutos (FUERZA)

  • Haga un lazo a una banda de ejercicio.
  • Coloque el lazo alrededor del pie que va a trabajar.
  • Sujete el resto de la banda con el otro pie y tire de ella hacia sí.
  • Gire el borde lateral de su pie hacia fuera, luchando contra la resistencia.
  • No rote alrededor del tobillo. El dedo gordo debe permanecer más o menos en línea con la espinilla con poca o ninguna rotación lateral del pie.
  • Empuje contra la resistencia de la banda 3×15, volviendo a la posición inicial tras cada repetición.

LA ALMEJA: ABDUCCIÓN ROTACIÓN DE CADERA: 4 minutos (FUERZA)

  • Tumbado de lado, doble las rodillas de manera que las plantas de sus pies estén alineadas con su columna.
  • Levante lentamente la rodilla superior realizando un arco.
  • Mantenga 3 segundos y regrese a la posición original.
  • Repita 3×15 veces.

ACTIVACIÓN DE GLÚTEO: 4 minutos (FUERZA)

Este ejercicio fortalece los músculos del tronco al incorporar tres ejercicios: la plancha, la activación de glúteos y la estabilización de hombros.

  • Túmbese boca abajo.
  • Doble una rodilla a 90 grados.
  • Imagine que hay una bandeja con vasos sobre la planta del pie elevado.
  • Mantenga el pie quieto, con cuidado de no alterar el ángulo de la rodilla.
  • Levante la pierna hacia arriba usando el glúteo únicamente.
  • Regrese lentamente a la posición de reposo.
  • Repita 5 veces con la rodilla doblada y luego otras 5 con la pierna estirada.
  • Haga el ejercicio más complicado comenzando en la posición de plancha frontal.

MÚSCULOS DEL TRONCO: 3 minutos (FUERZA)

  • Túmbese sobre su espalda, con las piernas dobladas formando un ángulo de 90 grados.
  • Coloque la punta de los dedos de sus manos sobre las partes óseas de la zona frontal de la pelvis (espina ilíaca anterosuperior) como se muestra.
  • Mueva los dedos hacia adentro y hacia afuera unos 2 cm de manera que apriete suavemente sobre el músculo transverso abdominal.
  • Puede comprobar si está en el lugar correcto tosiendo: debería notar el músculo botar bajo sus dedos.
  • Ajuste la posición hasta que esto ocurra.
  • Imagine que está orinando y que de repente detiene el flujo, debería sentir como se contrae el transverso abdominal. Mantenga esa contracción.
  • Meta el ombligo.
  • Aplane la parte baja de su espalda contra el suelo.
  • Mantenga estas tres posiciones juntas y habrá contraído los músculos del tronco de manera precisa.

Para evaluar la fortaleza de su tronco, levante ligeramente sus pies del suelo de manera alterna, manteniendo la tensión con equilibrio en ambos lados de su transverso abdominal. Cuando pueda mantener esta tensión de manera sólida durante 25 repeticiones con cada pierna, habrá activado su transverso abdominal y por tanto su tronco, con lo que estará listo para pasar a ejercicios más complicados.

PROTOCOLO DEL PROFESIONAL

Una vez haya evaluado el grado de la lesión y esté claro que el paciente ya ha pasado las 72 horas críticas posteriores, realice un masaje en el aductor y fricciones transversas profundas en el ligamento colateral medial.

Dependiendo de la severidad de la lesión, puede que necesite utilizar una rodillera durante seis semanas; estas son razonablemente baratas, alrededor de los 40€, pero deben contar con algún material duro en el borde medial para prevenir el valgo de rodilla y ser capaz de establecer su extensión en menos de 5 ó 10 grados para evitar estirarla.

El tratamiento tras haber reparado esto consistirá en restaurar la extensión de rodilla y la fuerza funcional. Las sesiones de tratamiento semanal resultan muy efectivas para un rápido retorno a las pistas.

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