LA INESTABILIDAD DE LA RODILLA
CAUSAS COMUNES
La inestabilidad de la articulación patelofemoral puede estar causada tanto por un episodio agudo como por subluxaciones o luxaciones recurrentes. La lesión puede ser resultado de un trauma, como un golpe directo en el fútbol americano, o por un movimiento de torsión en un deporte de no contacto. A menudo, los jóvenes deportistas son víctimas de la inestabilidad patelofemoral. Un deportista que se haya lesionado una vez debe tener cuidado debido a que esta lesión tiende a ser recurrente.
DIAGNÓSTICO
La luxación de la rótula es un evento distinto que incapacita al deportista. Es muchos casos, el atleta puede recordar tan sólo algún fallo en su rodilla, ya que la mayoría de las luxaciones suceden espontáneamente con la extensión de la rodilla. Tras una luxación de la rótula, se debe explorar el dolor localizado en la apófisis medial de la rodilla, relacionándolo con la parte medial de la rótula o su retináculo medial. El dolor se nota en la parte interna de la rodilla y se asocia con la rotura del ligamento patelofemoral medial, que es un importante estabilizador de la rótula. La luxación significativa de la rótula, en la cual ésta se desplaza fuera de su alojamiento, puede causar su fractura o la del hueso fémur subyacente; esto se conoce como una fractura osteocondral.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la luxación aguda de rótula es algo en controversia. Raramente, el deportista debe ser llevado a una sala de emergencia para una reducción cerrada de la rótula. En la mayoría de los casos puede manejarse no quirúrgicamente, con un periodo de inmovilización de 2 semanas, seguido de un programa de rehabilitación agresivo que enfatice el fortalecimiento de los cuádriceps y los músculos de la cadera. La radiografía puede mostrar un pequeño fleco de hueso, reflejo de una fractura osteocondral con un fragmento suelto. La resonancia puede mostrar efusión, rotura del retináculo medial, o del ligamento patelofemoral medial, zonas de contusión ósea o posibles fracturas osteocondrales, tanto en la parte medial de la rótula como en el cóndilo femoral lateral. Los deportistas que hayan sufrido una fractura osteocondral con un fragmento óseo libre, o aquellos con roturas significativas de la parte media de la rótula, pueden requerir la intervención quirúrgica. Es muy difícil reparar estas fracturas porque queda muy poco hueso residual. Algunos deportistas requieren reparación con tornillos en la estructura medial.
VUELTA A LA ACCIÓN
El tiempo de vuelta a la acción varía en función del grado de la lesión del tejido blando. Éste puede requerir casi 3 meses, y el deportista tiene que llevar una sujeción patelar de alineación durante la actividad inicial. La recuperación post-quirúrgica requiere un periodo de sujeción y muletas de 6 semanas, seguido por una rehabilitación extensa que retrasa el tiempo de vuelta hasta al menos los 6 meses. La cirugía suele tener excelentes resultados en la prevención de futuras luxaciones de rótula, pero algunos deportistas pueden tener un dolor residual de tipo medio.