LA DISTENSIÓN EN EL CUADRICEPS QUE ES?
CAUSAS COMUNES
El cuádriceps está constituido por cuatro músculos localizados en la cara anterior del muslo: el vasto interno, el vasto externo, el vasto intermedio y el recto femoral. Sólo este último cruza dos articulaciones (la cadera y la rodilla) y actúa como flexor de la cadera y extensor de la rodilla. Los otros tres músculos son sólo responsables de la extensión de la rodilla.
Las distensiones del cuádriceps son comunes en el fútbol americano, el rugby, el fútbol, el baloncesto, el hockey y otros deportes que requieren esprints, saltos y patadas repetidas. Las distensiones generalmente se causan por una contracción (cerca del límite) o un estiramiento forzados del cuádriceps. Esta patología suele producirse en la unión musculotendinosa y puede ser parcial o completa. Las distensiones de grado I implican una disrupción de pocas fibras musculares. Las de grado II implican roturas más extensas de fibras musculares, acompañándose de hemorragia. En las de grado III hay una gran cantidad de fibras rotas en la unión musculotendinosa. El músculo recto femoral es el que más frecuentemente se lesiona, seguido del vasto intermedio y el vasto externo.
DIAGNÓSTICO
Si el deportista experimenta más dolor en la flexión de la rodilla con la cadera en extensión, el recto femoral es el implicado. Las sensaciones en el músculo pueden localizar el lugar de la lesión. La tumoración que se produce con la extensión de la rodilla aparece más comúnmente en los grados II y III. El difícil palparla una vez que se ha producido la inflamación o el hematoma. La resonancia se considera que es el estándar para el diagnóstico por la imagen de estas lesiones. En la mayoría de los casos, ésta puede identificar la localización y severidad exactas de la distensión.
TRATAMIENTO
El tratamiento de las distensiones del cuádriceps es similar al de los flexores de la pierna y sigue similares aproximaciones basadas en sus fases. Una vez que el tratamiento del deportista ha progresado a una movilidad libre de dolor, éste comenzará con ejercicios isométricos en completa extensión y progresará a la flexión de la rodilla de 90 grados. Los ejercicios de fortalecimiento precoz con la pierna elevada deben evitarse porque provocan mayor estrés en el recto femoral. En esta fase se inician estiramientos activos, suaves y con precaución. Éstos generalmente comienzan con el deportista en posición prona y flexionando la rodilla activamente contra la gravedad si lo tolera. Durante la fase final de la rehabilitación se añaden los ejercicios de absorción y producción de fuerza; por ejemplo, saltar desde un cajón con una sola pierna, absorber la fuerza y, a continuación, saltar a la posición inicial.
La acupuntura también es útil para reducir para reducir el dolor y la inflamación que, a su vez, estimula el incremento del rango de movilidad y consigue que el atleta realice su rehabilitación con mayor rapidez. La acupuntura debe ser utilizada tan precozmente como sea posible y continuarla durante todo el proceso de rehabilitación.
VUELTA A LA ACCIÓN
El deportista puede volver a su deporte cuando el rango de movilidad sea completo y libre de dolor, si la prueba de fuerza isocinética está dentro del 10 por ciento de la pierna no lesionada y cuando puede completar el test de habilidad y de esprint sin dificultad. El atleta debe continuar utilizando las musleras de protección durante toda la temporada. La vuelta a la actividad completa, generalmente, se consigue a las 2 ó 3 semanas después de la lesión.