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Publicado por en Mar 20, 2021 en General, Nutrición | 0 comentarios

ES MALA LA GRANADA PARA EL ORGANISMO?

ES MALA LA GRANADA PARA EL ORGANISMO?

Origen

Originaria de una región que abarca desde Irán hasta el norte de los Himalayas en la India. Fue cultivada y naturalizada en toda la región del Mediterráneo, incluyendo Armenia, desde la Antigüedad.

Descripción

El fruto, denominado en botánica balausta, es una baya globular con una corteza coriácea y un tamaño parecido al de una naranja grande. El interior está subdividido en varios lóbulos, separados por telillas membranosas, que contienen numerosas semillas prismáticas revestidas con una cubierta llamada sarcotesta. Su fruto se abre espontáneamente al llegar la madurez por fisuras que dejan al descubierto el contenido.

Propiedades organolépticas

Textura áspera al paladar y jugosa, con sabor acidulado y dulce. Pulpa de color rojo muy intenso cuando está en plena maduración.

Propiedades nutricionales

Mayoritariamente está compuesta por agua y azúcares, siendo bajo su contenido en grasas y proteínas, lo que le confiere un bajo valor calórico (aprox. 75 kcal/100 g). Presenta también una pequeña proporción de fibra alimentaria, localizada fundamentalmente en el piñón (3,1 g/100 g). Es rica en potasio y aporta cantidades considerables de calcio, magnesio, fósforo y hierro, siendo pobre en sodio.

Contiene, además, vitaminas del grupo B, C y niacina, en concentraciones similares a otras frutas de alto consumo como ciruelas o manzanas.

Curiosidades

Muchos pueblos han visto la granada como un símbolo de amor, de fertilidad y de prosperidad, y los antiguos egipcios incluso eran enterrados con ellas. Los babilonios creían que masticar sus granos antes de las batallas los hacía invencibles y, según la tradición judía, el diseño original que inspiró para hacer las coronas de los reyes fue el cáliz con forma de corona que la granada tiene.

El jugo de la granada mancha los tejidos permanentemente (a menos que se traten con blanqueantes como la lejía), y por ello se utiliza como tinte natural en las fábricas que usan productos no-sintéticos.

Algunos trabajos de investigación recientes revelan que el consumo de granadas puede tener efectos beneficiosos para la salud cardiovascular y, como veremos más adelante, para la prevención de ciertos tipos de cáncer.

Aunque la granada no es nativa del Japón, se cultiva ampliamente en este país y se han desarrollado numerosos cultivares. Se utiliza ampliamente en los bonsáis, debido a sus bonitas flores y por los troncos retorcidos que adquieren los ejemplares más viejos.

Usos

En alimentación, además de consumirse sola o en ensaladas, también se utiliza para hacer sorbetes, bebidas, siropes o acompañando diversos platos.

La granada es una de las denominadas superfrutas por los compuestos químicos de acción positiva que posee: es rica en antioxidantes muy potentes, minerales como potasio, calcio, magnesio, hierro, manganeso, cobre y zinc, y vitaminas, particularmente vitamina C, vitamina B y vitamina E.

Se ha utilizado frecuentemente en la medicina tradicional para aliviar la tos persistente, fiebre, diarreas, cólicos y úlceras. Puede servir también de vermífugo o antihelmíntico (capacidad de expulsar parásitos intestinales).

Debido a sus propiedades diuréticas y antihipertensivas, se recomienda su uso (en dietas equilibradas) para una limpieza interna y para perder peso.

Eficacia frente a CMCs:

La granada contiene compuestos bioactivos, como taninos hidrolizables y antocianinas, que poseen más capacidad antioxidante que los encontrados, por ejemplo, en uvas y té verde. También tienen propiedades anticancerígenas que pueden atribuirse, por un lado, al efecto anti-proliferativo y pro-apoptótico (inductor de muerte celular programada) que producen sobre las células cancerígenas, así como al efecto supresor del proceso inflamatorio y la angiogénesis (generación de nuevos vasos sanguíneos). Estos efectos se han observado en tumores de piel, mama, próstata, pulmón y colon y en leucemia. Además, se ha descrito también una acción específica sobre las células iniciadoras del tumor, las CMCs, inhibiendo el proceso de la transición epitelio-mesenquimal propio de estas. También se ha descrito un efecto positivo  sobre células madre de cáncer colorrectal.

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