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Publicado por en Ene 29, 2021 en Medicina Deportiva | 0 comentarios

DISTENSIÓN Y ESGUINCE LUMBAR

DISTENSIÓN Y ESGUINCE LUMBAR

CAUSAS COMUNES

La distensión es la lesión de un ligamento causada por su sobreestiramiento. Una distensión muscular es la lesión de un músculo que implica la rotura de sus fibras musculares causada por el mismo mecanismo. El dolor es el resultado del exceso de estrés del tejido que supera su rango de distensibilidad. Puede ocurrir esta lesión en casi cualquier deporte, tanto en uno de contacto como el rugby como en uno sin contacto como los bolos. Como se ha mencionado antes, las regiones torácica y lumbar de la columna contienen muchas capas de ligamentos y músculos, de tal manera que, con frecuencia, es difícil determinar cuál es el ligamento o músculo exacto que ha sufrido la distensión o rotura. La distensión/esguince es la causa más común de dolor de espalda medio y bajo en un deportista y se ve con mayor frecuencia en individuos entre los 20 y los 40 años.

DIAGNÓSTICO

Los síntomas de una distensión muscular o una rotura generalmente comienzan durante el evento atlético y empeora en el transcurso de las 24 horas siguientes. Con frecuencia se siente un incremento de las molestias el día después del inicio de la lesión. Los síntomas más comunes son dolor, rigidez y contracturas en la zona lumbar, acompañado ocasionalmente por un dolor irradiado en la nalga. En este caso, este dolor se denomina dolor referido y puede que sea originado o no por la irritación nerviosa. Las molestias se localizan usualmente en un área pequeña de la región lumbar. El dolor se exacerba con ciertas actividades, incluidas la flexión o arqueo de la espalda, y mejoran sentándose o tumbándose.

Los grandes músculos de la espalda, los erectores de la columna, se sitúan longitudinalmente a lo largo de la columna vertebral y ayudan a su extensión (el aplanamiento de la espalda). Otros músculos, como el grupo multifidus, están en planos más profundos y más cerca de las vértebras situados lateralmente e intervienen sobre todo en la rotación y la estabilización de la región lumbar. Los músculos más pequeños y más profundos de la columna son cortos, y la mayor parte de ellos proporcionan estabilidad a la región junto con ligamentos. Los músculos de la pared abdominal, junto al psoas ilíaco, son los responsables de la estabilidad y la flexión anterior.

TRATAMIENTO

El tratamiento inicial para cualquier distensión o rotura incluye el aplicar hielo en el área dolorida 3 ó 4 veces al día. El hielo debe aplicarse en períodos de 5 minutos -5 minutos puesto y 5 minutos retirado- durante aproximadamente 30 a 60 minutos. Si el deportista no tiene alergias y trastorno gastrointestinal previo, puede usar medicación antiinflamatoria, como el ibuprofeno, y analgésicos como el paracetamol para aliviar el dolor y las molestias. Estas acciones ayudan a reducir la inflamación. En general, el descanso relativo, consistente en evitar actividades que incrementen el dolor, es preferible al reposo en cama. Si el dolor no mejora a las 48 horas, si hay pérdida de sensibilidad en el área de las nalgas, pérdida de sensibilidad y debilidad en los miembros inferiores, o pérdida de control de la vejiga de la orina, debe consultarse a un médico. En general, las radiografías no son necesarias durante el primer mes si la lesión no es traumática o significativa.

Una vez que se han descartada lesiones graves, otros tratamientos como antiinflamatorios más potentes, relajantes musculares, fisioterapia, manipulación osteopática, tratamiento quiropráctico y acupuntura pueden añadirse para acelerar el proceso de recuperación. La terapéutica física se centra en los ejercicios de estiramiento para las piernas y los músculos lumbares, a fin de restablecer la curvatura lumbar normal y el fortalecimiento de los músculos abdominales y lumbares. El hielo, el ultrasonido y la estimulación eléctrica pueden utilizarse cuando se necesita reducir el dolor y la inflamación. Los ejercicios que se centran en el fortalecimiento de los músculos del segmento somático central, y en mejorar la flexibilidad, pueden estabilizar la columna y ayudar a prevenir futuras lesiones.

VUELTA A LA ACCIÓN

Una vez que se haya recuperado el rango de movilidad completo y las actividades habituales de la vida diaria puedan llevarse a cabo sin dolor, el deportista ya será capaz de iniciar un entrenamiento cruzado, y las actividades propias de su deporte, sin que el dolor sea un factor limitante. La vuelta al deporte normalmente ocurre transcurridas entre 3 a 6 semanas después de la lesión.

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