ESGUINCE DE TOBILLO,
CAUSAS COMUNES
En los Estados Unidos los esguinces de tobillo representan 1 de cada 10 visitas a la sala de urgencias. La mayoría se producen durante deportes de contacto y con movimiento de pivotar.
DIAGNÓSTICO
Los esguinces de tobillo causan dolor, inflamación y un área de hematoma en la parte externa (lateral) de la apófisis del tobillo del deportista. Éste puede no ser capaz de cargar peso sobre el tobillo. Los esguinces se clasifican generalmente como leves (grado I), moderados (grado II) o severos (grado III), en función de la extensión del daño. Existen dos ligamentos principales en la parte externa del tobillo que lo mantienen unido: el ligamento taloperoneo anterior (LTPA) y el ligamento calcaneoperoneo (LCP). En la mayoría de los esguinces primero se rompe el LTPA y posteriormente el LCP. En el esguince de grado I se produce la rotura parcial del LTPA y en el grado II ocurre su rotura completa con el LCP casi intacto. El de grado III es la rotura completa de ambos. Afortunadamente, los esguinces de grado III son muy raros. Una radiografía puede ayudar al diagnóstico, así como saber si el tobillo está fracturado o si sólo se trata de un esguince.
TRATAMIENTO
El tratamiento de los esguinces agudos de tobillo es similar al de la mayoría de las lesiones agudas: PRICE. Muchos de ellos son lesiones leves que mejoran al cabo de unos pocos días, usualmente sin tratamiento. Sin embargo, si el dolor es considerable y hay dificultad para apoyarse sobre el tobillo, un médico debe explorarlo. Estas lesiones con frecuencia exigen el uso de muletas, o algún tipo de sujeción, para soportar y proteger el tobillo mientras se cura. La recuperación comienza, por lo general, por la fase de cicatrización que implica la elevación del tobillo con una almohada por la noche para reducir la inflamación, evitar el movimiento y cargar peso cuando se tolere. Durante esta fase los ultrasonidos, el masaje, la acupuntura y los antiinflamatorios no esteroideos pueden ser útiles. A medida que progresa la curación, se inicia la fase de rehabilitación para restablecer el movimiento, la fuerza, la propiocepción y la función del tobillo.
Con frecuencia, los tobillos con esguince curan con disfunciones residuales. Si éstas no se corrigen, el ciclo puede desarrollarse: la debilidad del tobillo facilita que rote hacia fuera y se volverá más frágil. Una causa común de recurrencia del esguince es la rehabilitación incompleta y disfunción residual no reconocida. Un tobillo con esguince que no se trata adecuadamente evoluciona de una de las siguientes formas:
- Debilidad de los tendones peroneos. Estos dos tendones se hallan en la parte externa (lateral) de las apófisis del tobillo, previniendo que rote hacia fuera.
- Síndrome del seno del tarso. Existe un área hueca en la parte externa del tobillo que puede ser dolorosa debido al tejido de cicatrización secundario al esguince.
- Lesión de los tendones peroneos. Los tobillos crónicamente inestables pueden desarrollar roturas parciales en los tendones peroneos que generan dolor y alteración funcional. Estas roturas con frecuencia no se aprecian en la resonancia. La ecografía puede ser más útil para revelar la lesión.
VUELTA A LA ACCIÓN
La vuelta a la actividad en los esguinces de grado I, generalmente, tarda entre 1 a 2 semanas; en los de grado II, entre 2 y 4 semanas, y en los de grado III, entre 4 y 6 semanas. El vendaje funcional o las sujeciones de tobillo pueden proporcionar estabilidad en las fases agudas de la curación.