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Publicado por en Dic 19, 2016 en General, Nutrición, Nutrición Ortomolecular | 0 comentarios

LA SALUD DE NUESTROS HUESOS. QUÉ NOS ESTÁ PASANDO.

LA SALUD DE NUESTROS HUESOS. QUÉ NOS ESTÁ PASANDO.

Existe la creencia de que una vez que los huesos se han formado ya están ahí para siempre; hasta que empiezan a romperse, como pasa en la artritis o en la osteoporosis. Sin embargo, los huesos, al igual que cualquier otra parte del cuerpo, se reconstruyen continuamente. Los huesos como todos saben son una estructura formada por proteínas y colágeno (como un pegamento intertcelular), y que necesita principalmente calcio, además de fósforo y magnesio. Nuestros huesos almacenan incluso metales pesados como el plomo cuando nuestro cuerpo no puede deshacerse de ellos.

Como recordatorio existen dos clases de células óseas: los osteoblastos, que producen nueva materia ósea, y los osteoclastos, que descomponen y expulsan la materia ósea vieja. Normalmente las puntas de los huesos están compuestas de cartílago que es más blando para que las articulaciones puedan funcionar perfectamente. Los huesos utilizan calcio, fósforo y magnesio como materiales de construcción, y la capacidad de absorber el calcio en los huesos depende de la vitamina D, la cual es ayudada por un oligoelemento, el boro. La vitamina C produce el colágeno, y el zinc ayuda a producir nuevas células óseas. Este conjunto de nutrientes se halla frecuentemente en los complementos que no perjudican «los huesos».

LA OSTEOPOROSIS.

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La epidemia de osteoporosis ha hecho que muchas mujeres se tomen muy en serio la salud de sus huesos. Esta dolencia o enfermedad es como un ladrón silencioso que va robando hasta un 26% de su esqueleto durante sus primeros cincuenta años. Suele ser más predominante en las mujeres después de la menopausia, aumentando el peligro de tener fracturas óseas que ocurren en una de cada tres mujeres y en uno de cada diez hombres a la edad de los setenta años.

La explicación convencional es que una vez que la mujer deja de tener la menstruación produce muy poco estrógeno, el cual ayuda a mantener el calco en los huesos, de ahí que se recomiende a las mujeres que sigan una terapia de reimplantación hormonal. Pero esto se aleja mucho de la realidad. En primer lugar los análisis de restos óseos de nuestros antepasados de muchas culturas diferentes muestran que las mujeres con la menopausia no sufrían, una disminución de la densidad de los huesos. Por lo tanto es un fenómeno más reciente que se produce particularmente en nuestra sociedad occidental. En segundo lugar, el estrógeno, que estimula a los osteoclastos, no ayudan a crear huesos nuevos sino que sólo detienen la pérdida del hueso viejo. La progesterona por otra parte, estimula a los osteoblastos, que si producen nueva materia ósea. El tomar progesterona natural aumenta la densidad de los huesos cuatro veces más que el estrógeno.

Como no, y por supuesto , éste no es el único factor. Los cambios dietéticos están muy relacionados con el aumento del riesgo de tener osteoporosis y puede que esto explique por qué muchas culturas no sufren esta enfermedad para nada. Aunque la gente que consume muy poco calcio se puede beneficiar si toma más, no existe ninguna asociación entre la osteoporosis y los niveles de calcio. Las tribus Bantúes en África, por ejemplo, consumen una media de 400 mg de calcio al día, muy por debajo de los niveles recomendados para las mujeres con menopausia, y sin embargo no padecen osteoporosis. Por el contrario los esquimales, que consumen grandes cantidades de calcio, presentan una incidencia excepcionalmente alta de osteoporosis.

Para ir aclarando los alimentos ricos en proteínas son formadores de ácidos. El cuerpo no puede tolerar cambios sustanciales en los niveles de ácido en la sangre y neutraliza este efecto mediante dos agentes alcalinos, principalmente el sodio y el calcio. Cuando las reservas de sodio se terminan, se coge calcio de los huesos. Por lo tanto cuanta más proteína se consume, más calcio se necesita. Y esta es la explicación de los casos que antes mencione entre los bantúes y los esquimales que es la diferencia en sus niveles de consumo de proteínas.

La idea de que una dieta alta en proteínas da lugar a una deficiencia de calcio no es nueva. Pero las investigaciones están empezando a demostrar es que si usted lleva una dieta alta en proteínas ninguna cantidad de calcio corregirá su deficiencia.

DECIR NO A LA ARTRITIS

Según muchos especialistas en la materia «ninguna persona que tiene buena salud nutricional desarrolla reina u osteoartritis». Pero a los sesenta años, nueve de cada diez personas la sufren. La artritis significa tener que vivir con un dolor y una rigidez constante. La artritis  no es sin embargo, no es sin embargo una consecuencia inevitable del envejecimiento y puede ser prevenida, siempre y cuando se eliminen las causas:

  • La mala lubricación de las articulaciones:
    Entre las articulaciones hay una sustancia que se denomina liquido sinovial. Es necesario tener una buena nutrición para asegurarse que el liquido sinovial se mantiene fluido y es capaz de lubricar. El cartílago y el liquido sinovial contiene mucopolisacaridos, que pueden ser suministrados a través de ciertos alimentos.
  • El desequilibrio hormonal. Las hormonas se controlan el equilibrio de calcio en el cuerpo. Si el equilibrio de calcio esta fuera de control los huesos y las articulaciones pueden volverse porosos y propensos al desgaste, y el calcio puede ser depositado en el lugar equivocado , dando como resultado los pinchazos artríticos. La culpa no es tanto de la ingestión de calcio como la pérdida del equilibrio de calcio en el cuerpo.  Una falta de ejercicio físico, demasiado té, café, alcohol o chocolate, la exposición a metales tóxicos como el plomo, el estrés excesivo o desequilibrios importantes de azúcares o de tiroides en la sangre pueden transformar el control del calcio. Mientras que el control de calcio se puede agravar después de la menopausia, probablemente producido por la pérdida de estrógeno también hace que la artritis empeore. Otra hormona, la insulina, estimula la síntesis de mucopolisacaridos de los cuales se forma el cartílago. Las personas con un tiroides poco activa probablemente sean más propensas a sufrir artritis.
  • Alergias y sensibilidades: Casi todo aquel que sufre artritis reumática y muchas personas que padecen osteoartritis tienen alergias a los alimentos y a algunas sustancias. Las alergias más comunes son al trigo y a los productos lácteos. Las sensibilidades químicas y medioambientales pueden incluir gases y los humos de los coches. si los evitas durante un mes verás si son o no parte del problema.
  • Los radicales libres. En todas las inflamaciones de las articulaciones se libra una batalla en la que el cuerpo trata de hacer frente al daño. Uno de los enemigos más importantes en la batalla que libra el cuerpo son los radicales libres. Si el sistema inmunológico no funciona adecuadamente, como cuando se padece artritis reumática, producirá demasiados radicales libres, los cuales pueden dañar el tejido que hay alrededor de las articulaciones. Una toma baja de nutrientes antioxidantes puede hacer que la artritis empeore.
  • Las infecciones. Cualquier infección, sea lírica o bacteriana, debilita el sistema inmunológico, el cual controla la inflamación. Pero algunos virus y bacterias afectan de un modo particular a las articulaciones alojándose en ellas y reapareciendo cuando las defensas inmunológicas están bajas. Con frecuencia el sistema inmune daña el tejido que recubre las articulaciones en su intento de luchar contra las infecciones, como un ejercito que arrasa su propio país intentando deshacerse del enemigo. El fortalecer su propio sistema inmunitario por medio de una nutrición óptima es la solución natural.
  • Las torceduras de huesos y deformaciones. Cualquier daño o torcedura, casi siempre a causa de una mala postura, aumenta el riesgo de desarrollar artritis.
  • El estado de ánimo. Se ha demostrado el vínculo entre la artritis y el estrés emocional.
  • Una dieta escasa. La mayor parte de las personas que sufren artritis tienen un historial de llevar una dieta pobre , por lo que da lugar a mucho de los factores de riesgos mencionados. Tomar cantidades excesivas de azúcar refinado, estimulantes, grasas, y proteínas está asociado a los problemas artríticos. La carencia de algunas vitaminas, minerales o de grasas esenciales vitales, puede, en si, precipitar los problemas de las articulaciones.

COMO SE DESARROLLA LA ARTRITIS.

1.- Una articulación sana está formada por huesos fuertes, que esencialmente son minerales en una matriz de colágeno (proteína). El cartílago de los bordes de los huesos está protegido del hueso y del cartílago del lado opuesto por medio de un saco que contiene líquido sinovial, que lubrica eficazmente las articulaciones.

2.- El abuso y los desequilibrios hacen que se rompa el cartílago. El líquido sinovial se vuelve menos lubricante. La pérdida del cartílago también conlleva la descomposición de los componentes del colágeno tanto en el cartílago como en el hueso, las puntas de los huesos se vuelven desiguales y e forman los osteofitos (que son como grandes espuelas musculares). La inflamación restringe el movimiento.

3.- El desequilibrio del calcio puede dar lugar a que éste llegue a los tejidos blandos, causando dolor muscular. En la artritis reumaroidea las puntas de los huesos con forma de anillos pueden llegar a fusionarse.

En resumen si quiere que sus huesos y articulaciones gocen de buena salud:

  • Manténgase emn forma y flexible.
  • Reduzca el consumo de carne para evitar el exceso de proteína.
  • Sálgase del ciclo del estrés y mantenga al mínimo el consumo de estimulantes.
  • Asegurase de que tu dieta es rica en minerales procedentes de semillas, frutos secos y semillas.
  • Controla las posibles alergias si tienes artritis.
  • Si tiene osteoporosis, considere usar progesterona natural (en forma de crema ). Tome un buen suplemento rico en magnesio calcio, boro y zinc como explique al principio.
  • Si sufres de inflamaciones en las articulaciones toma un complemento diario de 300 gramos de AGL. y de aceite de lino o 1000 mg de aceite de pescado que sean ricos AEP y ADH que son los efectivos.
  • Acuda siempre a un profesional acreditado, y cuidado con los productos milagrosos sin estudios y sin avales.

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