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Publicado por en Mar 22, 2016 en General | 0 comentarios

LOS ERRORES CLÁSICOS A LA HORA DE ENTRENAR EN EL GYM.

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Lo más importante, si duele no lo hagas, sea lo que sea. El no pain no gain esta trasnochado y desacreditado desde hace lustros, aunque de vez en cuando algún descerebrado recupera el término de marras. Tanto en los mails que recibo como las consultas que a diario recibo de pacientes deportistas, he observado que la mayoría de los hombres tienen muy claro lo que buscan. Al menos a la hora de ejercitarse, entrenar de manera inteligente y efectiva. Pero las buenas intenciones se estrellan contra la realidad y en muchos casos el entrenamiento no es todo lo efectivo que debería. Una serie de errores, casi siempre los mismos, se van repitiendo una y otra vez. Pero estos errores se pueden solucionar y es lo que pretendo en este artículo:

  1. Nunca en ayunas. El entrenamiento en ayunas no aporta mejores resultados pero si disminuye el rendimiento cuando se entrena a alta intensidad y puede dar problemas. Siempre es mejor un desayuno ligero.
  2. Te olvidas de la salud. La base de todo entrenamiento debe ser la promoción de la salud, todo lo demás viene después, no olvides que el ejercicio nos oxida más de lo normal, toma las oportunas medidas con supervisión profesional.
  3. Tu ropa no funciona. La ropa no debe restringir el rango de movimientos de ninguna de tus articulaciones. Escógela en función de su utilidad, no de la figura que te hace.
  4. las chanclas en verano. Elige el calzado en función de las necesidades del entrenamiento. las chanclas y sandalias no aportan nada positivo y pueden dar muchos problemas.
  5. No vayas con prisas. Da igual la prisa que tengas. El calentamiento no es negociable. Si tienes que reducir de algún sitio nunca debe ser de esta parte.
  6. Agujetas=efectividad. No cometas el error de asociar agujetas con efectividad de entrenamiento. No hay ninguna relación.
  7. No pain no gain. El daño muscular no debe ser el objetivo del entrenamiento ni algo de lo que sentirse orgulloso. La posibilidad de requerir diálisis en el futuro no es ninguna broma.
  8. orgulloso del dolor. Si no te puedes mover tras un entrenamiento ve a urgencias. La mayoría de las rabdomiolisis severas no son diagnosticadas y pueden dejar secuelas irreversibles en la función renal.
  9. Ignoras el agua. Si necesitas reponer fluidos, recurre al agua. Es tan efectiva como las bebidas deportivas pero sin los problemas del azúcar.
  10. Tiras de suplemento. Apenas hay unos pocos suplementos con efectividad comprobada. Ve con mucho cuidado y consulta con un profesional acreditado.
  11. Bebes alguna cervecita. Ninguna bebida con alcohol, por poco que lleve, es adecuada para tomarse tras un entrenamiento. Digan lo que digan algunos. la ciencia es clara al respecto.
  12. No escuchas a los pros. El entrenador pone el entrenamiento (vigila que este acreditado) el nutricionista recomienda como alimentarse y te previene de futuras lesiones, no mezcles los papeles.
  13.  Músculos mal trabajados. Aunque todos los músculos pueden provocar movimiento, no todos suelen desempeñar este propósito. Entrena  cada músculo según la función que suela desempeñar.
  14. Nada de cuerpo completo. Recuerda que la rutina de cuerpo completo, ante los mismos ejercicios y series, suelen obtener mejores resultados en gente normal que aquellas que se dividen por grupos musculares.
  15. Nuevas tendencias. Cuidado con las nuevas modas en los entrenamientos. No todas tienen base científica y muchas sólo sirven para enriquecer a sus promotores.
  16. No confundas absolutos. No existe la zona de consumo de grasa ni unas pulsaciones donde se maximice la pérdida de peso. A mayor intensidad, mayor consumo de grasa y calorías. No debemos confundir términos absolutos (kg) y relativos (%)
  17. No recuperas bien. La parte más importante del entrenamiento es la recuperación. No hay resultados sin recuperación. Cometer el error de pensar que más entrenamiento es mejor, descuida la recuperación y pronto te estancarás.
  18. Te fías de las apariencias. Si buscas un entrenador personal, no te guíes por el aspecto físico, No contratarías a muchos de los mejores entrenadores del mundo.
  19. No sigues el orden. El orden correcto de ejercicios debe ser de más complejo a más sencillo, de mayor necesidad de estabilidad articular a menos, de más rápido a más lento en su ejecución.
  20. Alteras tus rutinas. Controla la selección de ejercicios, orden de éstos y el tiempo de descanso entre series. Si alteras estas variables constantemente, no podrás saber si sigues evolucionando o te has estancado.
  21. Estiras antes de entrenar. Evita los estiramientos pasivos de más de 20 segundos antes de entrenar. Se ha documentado una pérdida de rendimiento, así como un aumento del riesgo de sufrir lesiones. Mejor repeticiones de estiramientos activos cortos.
  22. Cuidado con las rotaciones. Recurre a la flexión y rotación de columna lumbar sólo cuando sea necesario. La mayoría de los ejercicios no lo requieren y sabemos que aumenta el desgaste de los discos intervertebrales y la posibilidad de lesiones.
  23. Piensas mucho en grasa. La pérdida de grasa localizada es imposible excepto en Quirófano, así que no elijas los ejercicios en función de donde desees perder.
  24. No dejas espacio. Antes de hacer un ejercicio asegúrate de contar con la movilidad articular mínima.

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NO TE ROMPAS:

Las lesiones por mal entrenamiento es un clásico error del principiante. Ponle remedio con estos consejos.

Calienta: Es importante realizar antes de cualquier ejercicio; así los músculos incrementan su temperatura y su flexibilidad, lo que los haría menos propensos a lesiones.

Estira: Recuerda hacer algunos ejercicios para relajar los músculos después de todo esfuerzo realizado.

Hidrátate: Es básico mantenerse hidratado, así que lleva siempre contigo una botella de agua y dale sorbos aunque no tengas sed.

No sobrecalentar: Realizar más ejercicio no garantiza lograr resultados rápidos; cabe recordar que al ejercitarnos, nuestros músculos requieren de un periodo de reposo y el no dárselo sólo está incrementando el dolor y poniéndonos en riesgo de una lesión sin lograr el objetivo.

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