MECANISMOS BIOLÓGICOS: ACTIVIDAD FÍSICA Y CARCINOGÉNESIS

A partir de los datos de estudios de epidemiología molecular, tanto observacionales como experimentales, se han sugerido diversos mecanismos que podrían explicar la relación entre actividad física y el cáncer.
Entre estos se encuentran el posible efecto sobre las hormonas sexuales, los factores relacionados con la resistencia insulínica y la inflamación crónica. En general, estos mecanismos son compartidos con los posibles efectos hormonales y metabólicos de la dieta y la obesidad. De hecho para algunos tumores se ha sugerido que la actividad física actuaría sobre la carcinogénesis de forma indirecta: en efecto, un bajo nivel de actividad, en combinación con una dieta inadecuada, llevaría a un desajuste del equilibrio energético que tendría como resultado un incremento de la adiposidad, especialmente de la obesidad abdominal, que sería el sustrato común que mediante diversos mecanismos llevaría a la carcinogénesis. Sin embargo parece que la actividad física per se puede activar algunos de estos mecanismos independientemente de la obesidad.
El ejercicio físico se ha asociado en diversos estudios estudios con una reducción de los niveles de estrógenos y andrógenos. Por el contrario, en personas obesas, el incremento de tejido adiposo conlleva una mayor de actividad de la aromatasa, lo que induce a mayores niveles de estradiol y testosterona; además, la hiperinsulinemia asociada a la obesidad provoca una reducción en la síntesis hepática de la hormona transportadora, lo que hace que haya una mayor fracción de estradiol y testosterona libre para ineteractuar con sus receptores en tejidos diana, lo que a su vez promueve la proliferación celular e inhibe la apoptosis. Parece que el efecto de la actividad física sobre los niveles hormonales está mediado por la reducción de la adiposidad y la consiguiente disminución de la actividad aromatasa.
En resumen la primera revisión en profundidad sobre el posible efecto de la actividad física en la prevención del cáncer lo realizó la Internacional Agency for Research en Cáncer. Esta revisión concluyó que había evidencias suficientes para aceptar que había un efecto preventivo de la actividad física sobre los cánceres de colon y mama, mientras que para los tumores de endometrio y próstata la evidencia era limitada.
además se concluía que el posible efecto beneficioso de la actividad física parece ser independiente del efecto del control del peso.