LAS INFECCIONES POR HONGOS
CAUSAS COMUNES
El pie de atleta y la onicomicosis están causados por infecciones por hongos. El primero usualmente se propaga en áreas húmedas tales como vestuarios y duchas. La segunda es un tipo específico de pie de atleta en el que los hongos crecen bajo las uñas de los dedos del pie y es muy resistente al tratamiento. No es un problema especialmente serie, pero es antiestético.
DIAGNÓSTICO
El pie de atleta causa una piel seca, frágil y que es desprende entre los dedos. Los casos más severos pueden incluir ampollas o escaras o dolor e inflamación. Si no se trata, la lesión puede alcanzar a la planta, al dorso del pie y a las uñas. Si se rasca pie, y después se tocan otras partes del cuerpo, se puede diseminar la infección a estas áreas (por ejemplo, las ingles, la rodilla, los codos o los antebrazos). Los deportistas con onicomicosis tienen las uñas de los dedos deformadas, descoloridas y rígidas, que resisten al arreglo normal.
TRATAMIENTO
Debe mantenerse una buena higiene del pie. Hay que tener el pie limpio y seco, cambiar los calcetines a diario, permitir que los zapatos se aireen fuera antes de ponérselos de nuevo y utilizar sandalias o chancletas cuando se camine por áreas potencialmente contagiosas, tales como los vestuarios. Se requiere con frecuencia la medicación antifúngica tópica. En función de su cronicidad y la severidad de los síntomas, puede prescribirse medicación antifúngica oral.
Se ha desarrollado una gran variedad de medicación local para el problema de la onicomicosis, pero casi todas han fallado. El único modo efectivo de acabar con la infección es tomar medicación antifúngica oral con regularidad, al menos durante 3 a 6 meses. Sin embargo, estos medicamentos son potencialmente peligrosos para el hígado, de modo que los que tomen esta medicación necesitan tests de función hepática cada 6 meses para asegurarse de que no están dañando el hígado. Debido a este efecto potencial secundario, mucha gente piensa que el remedio es peor que el problema.
VUELTA A LA ACCIÓN
Durante el tratamiento, los deportistas con pie de atleta u onicomicosis han de evitar caminar descalzos en los vestuarios para prevenir la diseminación de las infecciones. De todas formas, pueden estar en activo si lo permite el dolor o las molestias.