EL ESGUINCE DE MUÑECA, Y SU TRATAMIENTO
CAUSAS COMUNES
Los esguinces de muñeca, por lo común, se producen cuando los deportistas caen sobre la mano. También se causa por sobrecarga repetida, como ocurre en los gimnastas o los tiradores en baloncesto.
DIAGNÓSTICO
El esguince es el término que designa a la lesión de un ligamento o grupo de ligamentos. Un esguince leve es una distención de los ligamentos que, por lo común, se cura en unos pocos días, o un par de semanas, de reposo. Un esguince severo es la rotura de los ligamentos y puede provocar inestabilidad articular, ya que los huesos pierden su sujeción tendinosa. Los ocho huesos del carpo que están en la muñeca se ordenan en dos hileras. Éstos se mueven como un todo para permitir la colocación de la muñeca en cualquier dirección sobre el antebrazo. Un esguince puede causar el movimiento excesivo en uno o más de estos huesos, provocando dolor al moverlos.
Después de un evento traumático, tal como una caída, se debe examinar la muñeca, buscando inflamación y dolor específico local. Si hay un buen alineamiento en los huesos del carpo, y no se detecta inflamación local, a pesar de que la muñeca esté bien, debe estar bajo observación las siguientes horas. Si tras la caída se siente un dolor extremo en la zona con el movimiento, entumecimiento o aparece deformidad, se debe inmovilizar la muñeca y llevar al atleta al servicio de urgencias para su evaluación.
Una vez ocurrido un trauma, se debe observar la muñeca y la mano por si se inflama, comparándola con la otra. El deportista ha de poder mover la muñeca en flexoextensión y en sentido lateral, para ver si alguno de los movimientos provoca dolor. Aunque se provoque un dolor de tipo leve con el movimiento, la articulación ha de protegerse contra este movimiento hasta que la curación sea completa; en caso contrario, el dolor y la lesión pueden persistir. Hay que explorar la fuerza del agarre y la presencia de dolor en la tabaquera anatómica (área de la muñeca por encima del pulgar, de la muñeca limitada por los tendones largos y del pulgar). Sin con el movimiento el atleta siente dolor localizado en esta región, y menor fuerza en el agarre, la muñeca debe evaluarse por un médico para descartar una fractura del hueso escafoides. Si el atleta siente sólo dolor global en toda la muñeca e inflamación mínima, no es necesaria la evaluación médica inmediata.
TRATAMIENTO
Tratar los esguinces de muñeca con hielo hasta que el dolor y la inflamación desaparezcan. Esta articulación es superficial y puede enfriarse adecuadamente aplicando hielo durante 5 a 7 minutos. Utilizar la crioterapia 2 ó 3 veces al día, reduciendo su frecuencia gradualmente a medida que disminuye el dolor. La terapia con calor no es necesaria, salvo si se produce una rigidez (causada por una movilización excesiva). Si el deportista no nota dolor con el movimiento, o la lesión ha sido causada por un microtrauma repetido, aplicar una sujeción de descarga para las actividades cotidianas. Si el esguince no mejora dentro de las 2 semanas de reposo, la lesión ha de ser evaluada por un médico. Se recomienda la ingesta de 3 gramos de vitamina C una hora después de desayunar y que sea una vitamina c con liberación sostenida. Como antiinflamatorio natural puede tomar quercetina a razón de 1 en cada comida durante quince dias.
VUELTA A LA ACCIÓN
La mayoría de los esguinces curan rápidamente, pero los hay que persisten cuando el estrés sobre la extremidad afectada excesivo. El deportista puede volver a jugar antes si su articulación se protege con un vendaje funcional o una muñequera. El vendaje de la muñeca debe ser envolvente, ha de mantener la mano ligeramente elevada y en dorsiflexión de manera confortable, para proporcionarle estabilidad y restricción de movimiento. Si es necesario, usar una sujeción que limite el movimiento de la muñeca, mano o pulgar, especialmente en béisbol o baloncesto, y con frecuencia se descartan después de usarse durante un periodo corto de tiempo. Sin embargo, estas sujeciones se deben utilizar si el deportista opta por no participar, a no ser que la lesión se haya curado por completo, lo que puede tardar entre 6 a 8 semanas.