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Publicado por en Jun 8, 2021 en General, Nutrición | 0 comentarios

LAS CALORÍAS MALAS O BUENAS?

LAS CALORÍAS MALAS O BUENAS?

En sí mismas, las calorías no son malas. Se trata, simplemente, de una unidad de medida y más concretamente, de energía. Técnicamente, la caloría se define como la cantidad de calor necesaria para elevar un grado centígrado la temperatura de un litro de agua. Se trata de una unidad muy pequeña, de ahí que cuando se habla de las calorías que aporta un alimento se haga referencia a la kilocaloría (1.000 calorías), término que suele representarse en su forma abreviada (kcal) o Caloría, con mayúscula. Es importante saber que las calorías no están contenidas en cada alimento, sino que es el propio alimento el que las libera al ser consumido.

ENERGÍA NECESARIA PARA EL FUNCIONAMIENTO CORPORAL

El cuerpo descompone las moléculas de los alimentos para liberar la energía almacenada dentro de ellos, y este proceso de descomposición del alimento para su uso como energía es lo que se conoce como metabolismo.

El organismo utiliza las calorías para el desarrollo de la actividad muscular, en el funcionamiento de los órganos internos (por ejemplo, en la digestión de una comida, se gastas unas 100 calorías) y en la regulación de la temperatura corporal (esta es la razón por la que muchas personas que empiezan una dieta hipocalórica se quejan de una mayor sensación de frío).

EL METABOLISMO BASAL

La situación ideal para que las calorías desarrollen adecuadamente todas estas funciones sin que ello se traduzca en un aumento de peso consiste en suministrar al organismo exactamente la cantidad que este necesite, y aquí interviene el metabolismo basal de cada persona; esto es, el mínimo de energía que consume en reposo. Este metabolismo puede variar durante el año o causa de un reposo prolongado, de esfuerzos físicos o del estrés. En función de estos cambios son necesarias más o menos calorías.

CUÁNTAS CALORÍAS SE NECESITAN AL DÍA

Aunque la cantidad de calorías que se necesita diariamente varía mucho según las personas y depende de factores como la edad, el sexo o el funcionamiento de la hormona tiroidea, las recomendaciones del American Board of Nutrition pueden proporcionar un cálculo bastante aproximado de las necesidades energéticas diarias.

En el caso de las mujeres, este organismo hace las siguientes recomendaciones: hasta 25 años, 525 calorías + 27 veces el peso ideal (este se obtiene de unas tablas tipo que ofrecen unos datos estandarizados según la altura y en función de la constitución); hasta los 45 años, 475 + 24,5 veces el peso ideal; y hasta los 65 años, 400 calorías + 20,5 veces el peso ideal.

Para los hombres, las recomendaciones son: hasta los 25 años, 725 calorías + 31 veces el peso ideal; hasta los 45 años, 650 calorías + 28 veces el peso ideal y hasta los 65 años, 550 + 23,5 veces el peso ideal.

EL ÍNDICE GLUCÉMICO Y OTROS CRITERIOS

Hay expertos en dietética y nutrición que dejan el cómputo de calorías en un segundo plano y se centran más tipo de alimento que se consume, pero al final, muchos de los regímenes de adelgazamiento basados en este criterio (como, por ejemplo, el del índice glucémico o la famosa dieta Montignac) abogan por alimentos más saciantes (las proteínas), lo que a la larga lleva a consumir menos calorías y, por tanto, a adelgazar.

Pero, además de los efectos sobre la báscula, reducir la ingesta diaria de calorías tiene repercusiones importantes sobre la salud, tal y como demuestran las investigaciones más recientes. En una de ellas, llevada a cabo por expertos de la Universidad de Wisconsin-Madison, se demostró que mantener una dieta nutritiva pero baja en calorías no solo prolonga la vida, sino que retrasa el envejecimiento y previene la aparición de enfermedades y trastornos relacionados con la edad como el cáncer, la diabetes y las cardiopatías, además de ejercer un efecto positivo en el cerebro, evitando, entre otras dolencias, el Alzhéimer. Y, en la misma línea, otro estudio, este llevado a cabo por investigadores integrantes de un consorcio internacional, ha demostrado la estrecha relación existente entre una alimentación hipocalórica y el menor riesgo de aparición de tumores.

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