LA FRACTURA DE MANDIBULA O NARIZ QUE HACER?
CAUSAS COMUNES
Las fracturas de la nariz y de la mandíbula se ven con mayor frecuencia en los deportes de contacto. Éstas están originadas por un golpe fuerte directo a la cara.
DIAGNÓSTICO
Una fractura nasal puede identificarse por dolor, aumento de sensibilidad, hemorragia y movilidad en los huesos de la nariz. Existe típicamente una deformidad por desplazamiento óseo. Un deportista con una fractura de mandíbula tiene la mandíbula dolorosa y tumefacta, con dificultad para abrir la boca. El deportista tendrá impedimento para hablar y, con frecuencia, perderá algún diente. Lo cual puede producir una distorsión facial significativa. Los traumas con objetos romos en los deportes de contacto también pueden provocar otras lesiones orales, como cuando los labios y los protectores se comprimen contra los dientes. Cuando se produce un trauma de este tipo, o una laceración, puede dar como resultado la dislocación de los dientes.
TRATAMIENTO
El tratamiento inicial de la fractura de la nariz consiste en mantener la vía aérea abierta, la reducción y el control de la hemorragia. Si no hay una fractura asociada de cráneo o de cuello, el deportista debería inclinarse hacia delante para evitar que la sangre drene hacia la garganta. Si el deportista está inconsciente, inmovilizar primero el cuello debido a que las lesiones de la parte posterior de la cabeza y de la columna cervical frecuentemente se asocian con fracturas nasales. Debe hacerse un taponamiento de las fosas nasales para controlar la hemorragia a no ser que la nariz drene un fluido claro, lo cual indica una fractura del cráneo. Aplicar una bolsa fría para disminuir el flujo de la sangre hacia el área lesionada.
Como tratamiento inicial en la fractura de mandíbula, debe mantenerse la vía aérea abierta y vendar el hueso. La mandíbula inferior puede sujetarse e inmovilizarse con una corbata o un esparadrapo, pasando la sujeción por debajo de la mandíbula y vendando hacia la parte más alta de la cabeza, sujetándola por detrás de la oreja. El deportista ha de ser evacuado a una sala de urgencias para su evaluación por un cirujano máxilo-facial. Si los dientes están luxados, deberían quitarse cuidadosamente para evitar una obstrucción de las vías aéreas.
VUELTA A LA ACCIÓN
En el caso de una fractura nasal, una vez que los huesos nasales hayan soldado y el paso de la vía aérea está libre, con o sin intervención quirúrgica, éste puede volver a jugar en aproximadamente seis semanas. El deportista debería utilizar una máscara facial protectora durante el resto de la temporada. En la fractura de mandíbula, una vez que ésta ha curado, y el deportista ha sido dado de alta por un cirujano maxilofacial para volver a jugar, debería utilizar una protección bucal para prevenir una nueva lesión. Este protector lo tendrían que utilizar los deportistas que ya han experimentado otros traumas maxilofaciales.