HERNIA INGUINAL.
CAUSAS MÁS COMUNES:
La hernia inguinal en el deporte es una patología caracterizada por un dolor sordo y crónico en la ingle, causando por la debilidad de la pared inguinal posterior. La aparición es usualmente lenta y gradual, retrasandose siempre el diagnóstico y los posibles tratamientos. Están implicadas varias causas en las que se puede destacar lasfuerzas que cruzan la pelvis, la sobrecarga y el desequilibrio muscular. las hernias siempre se originan por debilidad de los músculos internos del abdomen. Incluso los deportistas que tienen la musculatura abdominal fuertes pueden estar sujetos a hernias inguinales potenciales dado que ésta no se debe a la debilidad del tejido muscular del recto del abdomen, sino al tejido de la pared abdominal que es mucho más delgado. Muchas veces se confunde la pubalgia del deportista y la hernia inguinal. Y para ser específico ésta se produce por un defecto en la fascia transversa o en el tendón asociado. La pubalgia sin en embargo se debe a una debilidad del recto del abdomen. La tracción constante, el salto y la torsión del tronco que ocurren en deportes imponen un estrés repetido sobre estos tejidos constitucionalmente delgados, produciendo una herniación o protusión del tejido del abdomen inferior. Como ejemplo puedo citar el defecto en la fascia transversal (la barrera posterior de la región inguinal), puede permitir que la vejiga o intestino sobresalga, o empuje hacia delante, dentro del área inguinal.
EL DIAGNÓSTICO:
Los síntomas de la hernia inguinal incluyen el empeoramiento gradual del dolor del abdomen inferior, o en la ingle, que puede confundirse con distensión del abductor. En los hombres el dolor puede localizarse en el testículo, debido a la lesión del nervio ileoinguinal del área pélvica. Este nervio atraviesa la fascia transversal y se distiende cuando el tejido se expande. El dolor aumenta al dar patadas, con la carrera, con el salto y normalmente se irradia al ligamento inguinal, músculo recto, abductores y los testículos. Con la maniobra de Valsalva (prueba que realizamos en nuestras consultas a todos los pacientes) y con la tos, los estornudos, o el propio movimiento del intestino siempre empeoran los síntomas. Es posible que el deportista sienta tensión en la ingle y contracturas en los abductores.
Además mucha gente piensa que en la hernia tiene que aparecer una masa palpable, que se siente al toser o estornudar, no siempre es así. Lo habitual es que tal masa no se palpe nunca. Aunque normalmente un médico debe evaluar los síntomas y realizar las pruebas buscando otras causas potenciales de estos síntomas, antes de llegar al diagnóstico de hernia inguinal. Normalmente lo ue más se usa para el diagnóstico es la ecografía.
TRATAMIENTO:
El tratamiento conservador de la hernia inguinal en el deporte con el PRICE (protección, reposo, hielo, compresión y elevación) y el retorno gradual a la actividad, como norma general No tiene éxito. La fisioterapia puede ayudar en ocasiones. Si estas medidas conservadoras fallan, tienes que considerar la intervención quirúrgica. Siendo la tasa de resultados, del 90 % de los atletas vuelven a su actividad física completa. La reparación quirúrgica, mediante laparoscopia o exploración abierta (ya casi en desuso) se basa en la reparación del defecto de la pared posterior inguinal. Y como siempre es de uso obligatorio tras la cirugía el estiramiento y el fortalecimiento del grupo muscular regional.
VUELTA A LA ACCIÓN:
Tras la cirugía, os deportistas pueden volver a su deporte una vez que el profesional médico lo autorice, El tiempo de recuperación suele variar ampliamente en función de la extensión de la cirugía. Los atletas pueden necesitar desde un mínimo de seis semanas hasta un máximo de seis meses. En la mayoría de los casos éstos pueden volver a su actividad deportiva a las 6 u 8 semanas tras la corrección quirúrgica de la hernia. Normalmente la malla implantada aunque actualmente ya vienen adaptables y flexibles pueden ocasionar una ligera incomodidad.